Almería Tierra Abierta, con la inmigración para mantener el sistema productivo

Andrés García Lorca, exsubdelegado de Gobierno en Almería, y Juan Callejón Baena, exdelegado del Gobierno de la Junta de Andalucía son la cabeza visible de la Fundación Almería Tierra Abierta, que el próximo día 18 hará un acto de presentación oficial en el salón de actos del edificio de las Mariposas de Almería. Andrés es su presidente. Una fundación que nació hace algunos meses, y que intenta abrir la mente de los ciudadanos de la importancia de la inmigración para mantener el sistema productivo almeriense.

AGL: Tiene un doble objetivo. Por un lado, borrar la brecha social que existe entre inmigrantes y no inmigrantes. A partir de la mejora de sus condiciones de vida y del respeto a su dignidad. Y de otra parte, también colaborar al desarrollo de Almería, puesto que la mano de obra es esencial para el mantenimiento de nuestro sistema productivo. Además, de esta forma, podemos evitar, mejorando esas condiciones de vida, una crítica al sistema que pueda ser utilizada en contra de nuestros intereses.

Juan, por su parte, es el vicepresidente de esta Fundación que surgió hace aproximadamente un año y que pretende captar la atención de ciudadanos particulares, y de empresas y entidades pública y privada, para crear un núcleo social importante.

JCB: Nosotros queremos que se integren personas de cualquier tipo de ideología o creencia. Lo único que pedimos es que esas personas compartan nuestro objetivo de trabajar desde la humildad. Sabemos que es difícil, pero buscamos una mejor convivencia, una mayor justicia social, una mejora de las condiciones de vida de estas personas, porque eso va a repercutir positivamente en toda la sociedad de Almería, tanto para la sociedad de acogida, como para los nuevos ciudadanos que residen en nuestra provincia. Evidentemente, admitimos a todos. Nuestro marco legal en la Constitución Española, que ampara a todas las personas y todas las creencias.

Esta fundación surge en un momento crítico, en un momento importante porque están aumentando las dudas en la sociedad sobre si la inmigración es buena.

AGL: Sí, efectivamente, debido a que el modelo productivo almeriense llega a una etapa de transformación estructural profundísima. Hemos pasado de una agricultura de carácter familiar a una de empresa agraria, tecnológica. Y unido a ello están los desajustes que producen los procesos de globalización con la dinámica espacial, es decir, los movimientos migratorios que han determinado que se convierta muchas en una inmigración descontrolada, que vive, con respecto a la sociedad donde está instalada, en unas condiciones de desigualdad. Ahí es donde se ha generado el problema. Ese es el problema que Juan vio con claridad en su día y decidió juntarnos a todos para buscar las formas para luchar contra esas situaciones de marginalidad de la población inmigrante y, a la vez, favorecer la imagen de Almería desde el punto de vista de la sostenibilidad social.

Porque la inmigración es algo que ha ocurrido siempre. Almería fue hace muchos años una provincia que enviaba inmigrantes a otros lugares del mundo, y ahora se ha convertido en un espacio donde llegan inmigrantes.

Sí la inmigración es una cosa que ha ocurrido a lo largo de la historia y en todas las civilizaciones y en todas los continentes, viene derivada por factores de hambre, de diferencia económica o, también, por cuestiones de persecución de cualquier tipo. O sea, que la inmigración va a existir mientras haya en el mundo diferencias económicas entre una zona y otra. Nosotros no nos planteamos la solución de la inmigración a escala mundial, ni mucho menos, nosotros queremos actuar sobre nuestro territorio, sobre donde podemos actuar, que es sobre los territorios de nuestra Almería. Pero lo que yo sí veo es que los economistas, los sociólogos, ven que la inmigración, sobre todo en sociedades como la nuestra, es una sociedad que está envejeciendo. Es un hecho real y hay que observarlo de forma positiva porque, si no, estas sociedades no se renuevan, no se rejuvenecen. Desde el punto de vista de la construcción y del mantenimiento del Estado de bienestar, es absolutamente imprescindible que haya personas que vienen a colaborar y a desarrollarse con nosotros.