Tres hombres se enfrentan a 26 años por una violación grupal en una fiesta

Esta mañana ha comenzado un juicio contra tres hombres acusados de haber violado presuntamente a una chica en una fiesta privada celebrada en un piso de la urbanización Playa Serena de Roqueta de Mar. Los hechos habrían tenido lugar el pasado 20 de diciembre de 2020, cuando L. P. R. acudió a la celebración de cumpleaños de uno de los tres acusados, a la sazón anfitrión de la fiesta. De acuerdo con los hechos justiciables, la chica accedió a entrar de manera voluntaria a una habitación con uno de los procesados, J. S. S.. Este, siendo conocedor de que L.P.R.  se encontraba en estado de embriaguez, producto del consumo de alcohol y "acatando de manera conjunta y coordinada con J. S. C. C. y J. D. M., habrían bloqueado la puerta de la habitación con un armario para agredir sexualmente a la chica.

El Ministerio Fiscal ha solicitado para cada uno de los acusados una 26 años de prisión por tres delitos de violación: uno como autores y dos como colaboradores necesarios.

Durante su declaración, los acusados han negado todos los cargos, alegando que todo interacción con la chica fue voluntaria, y siempre ella estando en un estado de conciencia plena.

El primero de los acusados en responder a las preguntas del Ministerio Fiscal, así como de la acusación y defensa fue J. D. M. quien sostuvo que su rol en la fiesta fue la pinchar música para los invitados. La pregunta del Ministerio Fiscal fue contundente. "¿Tuvo constancia de que en la habitación se mantenían relaciones sexuales?". El acusado respondía afirmativamente, incluso vio, pero no como participante, sino como espectador desde la puerta. "Vimos a J. S. S. ir junto con L. P. R. y otra pareja ir hacia la habitación. Tenían buena conexión, iban abrazados (refiriéndose al otro acusado y a la demandante). Entramos (varias personas) en la habitación para hacer un chiste y vimos a  J. S. S. en la cama sin camiseta y a L. P. R. tapada con la sábana, y a la otra pareja la vimos teniendo sexo junto a ellos". J. D. M. narraría a la sala que las personas dentro de la habitación habían colocado un ropero pegado a la puerta para tener intimidad.

Según el testimonio de J. D. M., su actuación en la presunta violación no pudo haberse cometido ya que no tuvo ningún contacto con la chica, por haber estado poniendo música y por estar ella con J. S. S., además de haberse ido a "dormir" a mitad de la fiesta. "Compartí cama con 2 chicas y un chico. Una de ellas viene a testificar".

Por su parte, J. S .S. narró que una vez que las cuatro personas que estaban dentro de la habitación sufrieron la 'pillada' de los otros invitados, habló con L. P. R. quien parecía incómoda por la situación. Sin embargo, según este, volverían a ir a la habitación tiempo más tarde. En este segundo episodio, el acusado comentó que, mientras se estaba besando con la chica, entró J. S. G. C., para evitar que nadie fumara en el interior de la vivienda preocupado de perder la fianza. Estando los tres en ese momento en la habitación "L. P. R. nos hizo una felación a los dos, y cuando terminó J. S. G. C se fue y yo me quedé con ella y tuvimos sexo". Explicaba J. S. S. quien sostuvo que en ese momento otro invitado de nombre J. R. miró a través de la "puerta entornada" de la habitación. "Nos vio y se rio".

El tercer acusado ofreció a la sala una versión calcada a la de sus compañeros, sosteniéndose en la actividad de DJ de J. D. M. y su ausencia horas antes del final de la fiesta por haberse ido a dormir, así como la relación de "feeling y conexión" entre J. S. S. y L. P. R. que acabó en dos ocasiones en el interior de la habitación, la segunda de ellas de la que él admitió ser partícipe, para acto seguido volver con la chica con la que se encontraba en la fiesta, además de atender su rol de anfitrión del evento.