El pasado miércoles 10 de abril fallecía una mujer de unos 70 años de edad tras ser atropellada a la entrada de Cabo de Gata. Conocida residente de esta barriada de la capital almeriense, Juana era una persona muy querida por todos sus vecinos, que la definen como "una persona encantadora". Un vehículo, cuya conductora al parecer se despistó al volante, acabó con su vida mientras la septuagenaria cruzaba el paso de peatones que hay a la altura de 'Las Juaricas', en la AL-3115, entre el Hotel Blanca Brisa y la rotonda de la calle Mazarulleque.
Su muerte, tras un impacto que la desplazó hasta unos 15 metros de distancia según informaba Emergencias 112 el día del accidente, fue un jarro de agua fría para las personas que conocían a esta vecina que se dedicaba a hacer arreglos de prendas a otros vecinos que, además de quedar consternados, sintieron indignación por lo sucedido. Y es que este tramo por el que se accede hasta el núcleo urbano de San Miguel de Cabo de Gata soporta, sobre todo en verano, una alta densidad de tráfico rodado que va y viene de la playa de Las Salinas y se ha convertido en una peligrosa vía para los peatones.
Exceso de velocidad y 'caravanas'
"Pese a que hay una señal en la entrada del pueblo que limita la velocidad a 30 kilómetros por hora, ves pasar a muchos vehículos al doble, a 60 o 70", admite María, una vecina que lleva afincada en Cabo de Gata cerca de 40 años y confiesa que "Almería y Cabo de Gata ya no es lo que conocí yo cuando llegué aquí", destacando la masificación que sufre esta zona desde hace años. Es por ello que lleva cerca de un lustro luchando, mediante cartas y peticiones a distintas administraciones para que se actúe de una vez por todas en esta carretera que carece de seguridad.
Asegura que "un radar o poner resaltos serían una buena solución para evitar que los vehículos circulen rápido y no ocurran más tragedias como la de Juana", aunque esta petición no parece convencer a la administración competente de esta vía, que es la Diputación Provincial de Almería. Además, esta vecina aprovecha para recordar "las largas caravanas que se generan de personas que van o vienen con el coche a las playas de este entorno", afirmando que hay llegado a presenciar incluso "retenciones de hasta tres horas".
El exceso de tráfico en época estival y fines de semana es evidente en la AL-3115 a su paso por la barriada, que además es puerta de uno de los entornos más visitados del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Otra de las opciones que plantea esta vecina sería la desviación de dicha carretera, "para que transcurra junto al muro en el que se para la gente para observar a las aves". Opina que esta opción, que iría en paralelo a la calle Posidonia y pasaría por detrás del cementerio, "no sería una obra gigantesca", aunque habría que valorar, evidentemente, su impacto medioambiental en una zona que claramente está protegida.
Ha contactado en estos últimos tres años con el Ayuntamiento de Almería, Diputación Provincial, Ministerio de Fomento e incluso con la Dirección General de Tráfico, para dar parte sobre la problemática del tráfico y la falta de seguridad en algunos tramos para los peatones, pero por el momento ninguna de las administraciones citadas ha realizado una solución efectiva.
"Podría haber más víctimas como Juana, pero lamentablemente parece que se olvidan pronto", dice de forma tajante esta vecina que lucha por soluciones reales para el problema del tráfico en su pueblo. Por la seguridad de sus vecinos y por la memoria de la septuagenaria que perdió la vida mientras pasaba con su perro por un paseo de peatones.
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