Lucía Piñero, una joven de 19 años de Arboleas, ha encontrado una forma única y conmovedora de combinar su pasión por la peluquería con su deseo de ayudar a los más necesitados. Aunque actualmente trabaja en una heladería, dedica su tiempo libre a ofrecer cortes de pelo a personas en situación de riesgo de exclusión social a través de Cruz Roja. Su historia es un auténtico testimonio de solidaridad y humanidad.
"Siempre he tenido el impulso de ayudar a los demás", comenta Lucía al ser preguntada sobre su motivación para unirse como voluntaria a Cruz Roja. Con una titulación de Ciclo Formativo de Grado Medio en Peluquería, vio una oportunidad perfecta para poner su habilidad al servicio de aquellos que más lo necesitan.
La idea de ofrecer cortes de pelo surgió de una reflexión profunda sobre las desigualdades sociales. "Hoy en día, la vida se mueve por el dinero y hay una parte de la sociedad que no puede permitírselo", explica. Desde hace un año, Lucía ha estado dedicando su tiempo a mejorar la apariencia y, sobre todo, la autoestima de personas en situación de riesgo de exclusión social. "Es un modo de aportar mi granito de arena", dice con modestia.
Un día típico para Lucía en su labor con Cruz Roja es una experiencia enriquecedora. "Es muy ameno porque interactúo con ellos, te reciben con mucha ilusión, me cuentan sus historias", relata. Para Lucía, cada corte de pelo es una oportunidad para escuchar, entender y brindar un momento de dignidad y felicidad a quienes, muchas veces, han perdido casi todo.
Entre las muchas reacciones emocionantes que ha presenciado, una en particular se ha quedado grabada en su memoria. "El caso más memorable fue el de un chico que se echó a llorar al ver su cambio. Llevaba mucho tiempo sin cortarse el pelo y sin verse como estaba acostumbrado a verse todos los días anteriormente. Se emocionó muchísimo", recuerda conmovida.
"Empiezas con mucha inseguridad a la hora de cortar el pelo", confiesa sobre los desafíos también han sido parte de su camino. Sin embargo, con el tiempo y la experiencia, ha ganado la confianza necesaria para superar estos obstáculos.
Personas en situación de riesgo
La perspectiva de Lucía sobre las personas en situación de riesgo social ha cambiado profundamente desde que comenzó esta labor. "Al ver a personas en situación de riesgo de exclusión social, te cambia la forma de ver la vida", reflexiona. "La vida es muy injusta y podríamos acabar como ellos si no hacemos todo lo posible para cambiar las circunstancias".
El impacto de un simple corte de pelo es significativo. "Se ven mejor a sí mismos y les sube la autoestima. Dentro de lo que cabe, son felices", asegura. Lucía ha aprendido que, a veces, los gestos más sencillos pueden tener los efectos más profundos.
Una historia que la ha marcado especialmente es la de un hombre que le contó cómo había tenido una buena vida hasta que, por circunstancias adversas, se quedó en la calle sin nada ni nadie que lo ayudara. "Decidió acudir a Cruz Roja para que le ayudaran. Si no nos ayudamos entre nosotros, ¿qué sería de los valores de una persona?", reflexiona Lucía, destacando la importancia de la solidaridad.
Organizarse no es fácil, pero Lucía ha encontrado un equilibrio entre su trabajo regular y su labor de voluntaria, ya que tiene que organizarse de tal forma que no coincida el día de su trabajo con el día en el que va a Cruz Roja, sacrificando su día libre.
Lucía Piñero es un ejemplo brillante de cómo la juventud puede liderar con compasión y acción directa. Su dedicación a través de la peluquería no solo transforma las apariencias sino también las vidas, devolviendo la dignidad y la esperanza a quienes más lo necesitan.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/274671/un-corte-de-esperanza-la-peluquera-y-voluntaria-de-cruz-roja-que-cambia-vidas