Ha tenido que pasar algo más de una semana para que Paola Laynez, la concejal del área de Familia e Igualdad, del área del que salió el polémico cartel en el que una fotografía de un menor presidía una campaña contra las agresiones sexuales hablando sobre el consentimiento, se haya decidido a hablar. No tenía muchas ganas, también es normal después de que empiecen ahora a acallarse las voces en torno a lo sucedido, y sobre todo, tenía claro que la línea a seguir era la trazada desde el minuto uno por parte del gabinete de comunicación creado para surfear esta importante crisis de imagen.
Laynez no se ha movido un ápice de la explicación dada hasta ahora sobre el motivo por el que este cartel llegó a ver la luz: “fue una cadena de errores”. Si alguien espera que dé públicamente nombres, parece inviable. Asegura que son “un equipo” y que “siempre se trabaja teniendo muy en cuenta la sensibilidad del área” y por ello “son muy cuidadosos” aunque en este caso se coló el cartel con la imagen y el eslogan equivocado. Poco antes de este encuentro la propia edil defendía frente al Consejo Municipal de la Infancia a su equipo de trabajo en esta materia.
Pero esta defensa no le hace estar ciega para no ver el error. “Ha sido durísimo”, asegura convencida de que “los más perjudicados con todo lo ocurrido somos nosotros”, refiriéndose precisamente a ese equipo que ahora ha tenido que “intensificar aún más, si cabe, el control”. Eso sí, no quiso entrar en el detalle de cuáles son esos refuerzos en los controles, al igual que tampoco quiso contestar a la pregunta que a la que escribe le lleva rondado por la cabeza desde el mismo momento que vio el cartel: “¿nadie lo vio desde que se imprimió hasta que se colgó en los mupis?”. En este tema no se profundiza desde el inicio de la crisis.
Para lo que sí Paola Laynez se salió del guión de todo lo dicho hasta ahora fue en criticar a quienes han llegado a ver intencionalidad detrás del cartel. “¿Cómo vamos a querer que nadie le ponga la mano encima a nadie? Por favor”, sentencia molesta. Además, más allá de todo el ruido político de los últimos días, dice sentirse respaldada por gente de la calle que sí que ha creído que todo ha sido un error.
De momento, la concejal de Familia e Igualdad debería ser consciente de que lo sucedido ha puesto la espada de Damocles sobre su cabeza y que, a pesar de que la alcaldesa la ha ratificado en el cargo, tal y como ocurre en el fútbol, este es el primer paso para la destitución si por el camino se vuelve a tropezar en otra piedra. El trabajo en el área sigue adelante y no parece que Laynez haya pensado ni por un momento el marcharse. Ahora el objetivo es que termine de pasar el temporal.
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