Tatuajes y todo lo que debes saber sobre su eliminación

Tatuarme o no tatuarme, esa es la cuestión. La decisión de llevar una marca sobre la piel de por vida para muchos es una elección difícil que genera cantidad de dudas sobre el significado, diseño, tamaño y lugar donde va a lucir esa marca. Algo que no resulta tan complicado para los amantes de la tinta, para los que sentir las pulsaciones de la aguja se vuelve casi una adicción.

Si se toma la decisión adecuada y se acude a un buen profesional, esa marca de tinta se convierte en motivo más que suficiente para presumir del dolor soportado y en el objeto de halagos por parte de quienes la contemplan. Sin embargo, a veces las cosas se tuercen, un tatuaje mal ejecutado, aunque no se esa siempre la causa del arrepentimiento, sino que también lo puede ser la elección de una profesión que no permita lucir tinta en la piel. Entonces es cuando surgen las dudas respecto a la eliminación de dicho tatuaje.

Eliminación

Rodrigo Gálvez, tatuador almeriense por excelencia, que además de deleitar al público con sus trabajos excepcionales sobre las pieles de numerosas celebridades, conoce a la perfección la otra vertiente: el procedimiento para la retirada de un tatuaje.  

“Las personas que se quieran quitar un tatuaje deben de saber que para eso se necesita tiempo. Es muy típico ver a gente que tiene prisa por quitárselo y piden poner la máquina de láser a máxima potencia, pero eso no funciona así porque lo que al final puede provocar esto son quemaduras e infecciones si la higiene no es la correcta. Por ello, quien quiera deshacerse de un tatuaje debe saber que deberá hacerlo con paciencia y por supuesto, siguiendo todas las indicaciones de los profesionales que tienen una formación específica en la eliminación de tatuajes”, explica el tatuador.  

Por lo general, resulta complicado retirar la tinta de la piel, aunque es cierto que depende de muchos factores como la calidad de la propia tinta, la profundidad a la que haya llegado la aguja, la máquina que se esté utilizando, y por supuesto, las sesiones necesarias para una eliminación total del tatuaje también dependerán de su tamaño.

Láser

La tinta se elimina mediante pulsación láser, es decir, la luz incide sobre las moléculas de pigmento y las rompe, quedando estas expulsadas a través del sistema linfático. Aunque bien es cierto que este sistema realiza el mismo trabajo cada día, y esa es la razón por la que, tras un tiempo, los tatuajes pierden forma y color. Del mismo modo, el sol también hace un efecto láser, por lo que los tatuajes más expuestos también tienden a desteñirse con mayor facilidad. 

Tintas

Ejemplo de ello es la tinta blanca: “El láser no coge la tinta blanca, pero es que esta tinta se pierde sola con el tiempo. Es por eso que en zonas de playa como lo es Almería hagamos un uso mínimo de ella. La usamos para delimitar ciertos detalles, pero por lo general no se usa para mucho más”, explica Rodrigo Gálvez. 

Asimismo, el tatuador recuerda que mientras la tinta blanca permanezca en el cuerpo es necesario protegerla de forma correcta, como por ejemplo, usando crema de protección solar para que no se oxide y se vuelva amarillenta a consecuencia de la incidencia de los rayos del sol.  

Por otra parte, Rodrigo Gálvez aclara que hay unas tintas más problemáticas que otras. “Los pigmentos llevan algo de metal. El rojo por ejemplo, lleva trazas de mercurio, un componente bastante alérgeno que puede ocasionar reacciones en la piel. Aún así ya es bastante raro que se utilicen tintas de este tipo. Ahora, normalmente se usan pigmentos vegetales que están homologados por Sanidad que se han testado y estudiado para que no causen alergias”, observa Gálvez. En este sentido, la tinta con menos resistencia al láser es la negra, aunque eso sí, su eliminación siempre dependerá de la calidad, la máquina y la predisposición del sistema linfático.