Así ha sido la detención más surrealista de Almería

El conductor huyó tras ser requerido por los agentes, desencadenando una persecución por la A-7

Imagen orientativa de un Golf como el que se dio a la fuga.
Imagen orientativa de un Golf como el que se dio a la fuga. La Voz
Víctor Navarro
09:31 • 04 jun. 2024

Tenía todos los ingredientes precisos para haber sido un episodio policiaco de acción por las calles de Almería: robo, fuga, agentes de la ley, persecución, heridos y la noche como escenario, sin embargo, la resolución de este caso tuvo más que ver con una de las escena de la saga de comedias de 'Agárralo como puedas' del actor Leslie Nielsen.



La madrugada del pasado día 21 de mayo, dos agentes de la Guardia Civil se encontraban realizando a las 01:00h labores de control en la zona que circunda la Avenida del Mediterráneo con la salida a la autovía y la vía que comunica con Huércal de Almería, cuando debido a la necesidad de aplicar presión a los neumáticos del coche de patrulla se acercaron a la estación de servicio Plenoil para solventar el problema mecánico. Saliendo de la gasolinera, observaron un Volkswagen Golf 4 que, al percatarse de la presencia policial realizó una maniobra que resultó extraña a los agentes.



Persecución zigzagueante



El conductor del Volkswagen detuvo el vehículo en un ceda al paso con mucha antelación, teniendo la posibilidad de incorporarse, y no haciéndolo aunque tenía la preferencia. Ante esta situación, los agentes indicaron un punto luminoso en la vía para poder identificar al conductor y copiloto y realizar las pertinentes comprobaciones. En este momento, el conductor haciendo caso omiso de los requerimientos de la Benemérita, huyó hacia la A-7 tras realizar un giro brusco de 180º que pondría en "peligro" la integridad física de los agentes. Dando comienzo a una intrépida persecución.



Por las venas de la noche, el coche dado a la fuga volvía a Almería utilizando la misma rotonda donde se le dio el alto, y dejando tras de sí la Avenida del Mediterráneo, atravesó la Avenida de Torrecárdenas zigzagueando y esquivando coches de forma "agresiva".



La evasión finalizó en un descampado del barrio de El Puche. La quietud hizo pensar a los agentes que ambos ocupantes iban a abandonar el vehículo, generándoles la confianza suficiente para acercarse al coche. De manera sorpresiva el Volkswagen se puso en marcha y arremetió contra el vehículo policial que resultó dañado en la maniobra, perdiéndose en la oscuridad de la noche. El impacto generó lesiones a los guardia civiles que se encontraban a bordo.



Un hombre acude denunciar el robo de un Golf



A la mañana siguiente un hombre hacía su entrada en la Comisaria de la Policía Nacional de Almería para denunciar que su Volkswagen Golf habría sido robado durante las 22:20h del 24 de abril y las 08:00h del día 21 de mayo. Al tomar los datos del vehículo, los investigadores se percataron de que el coche robado coincidía en marca, modelo y matrícula con el que se dio a la fuga la madrugada anterior por la A-7.


Los guardias civiles que intervinieron en la persecución fueron llamados a comisaria para declarar sobre el suceso y aportar luz al robo del vehículo, cuando se encontraron con el rostro del denunciante, reconociéndolo como el prófugo conductor que horas antes les había embestido en El Puche.


Ante el inesperado giro de guion el hombre fue detenido y pasado a disposición judicial acusado de los delitos de conducción temeraria; atentado a agentes de la autoridad; lesiones; daños y simulación de delito. Delitos por los que se le pide 5 años de prisión.


Durante la investigación, el hombre, defendido por los abogados abogados Miguel Martínez Molina y Leopoldo Marfil, no vio que su suerte mejorase, ya que los guardias civiles, de manera separada, reconocieron "sin género de dudas, ni error posible" su rostro en una composición fotográfica con nueve posibles sospechosos. El juez instructor consideró como prueba concluyente los testimonios de los agentes. Con este reconocimiento inequívoco, se afianzaron las acusaciones en su contra, dejando al acusado en una posición extremadamente desfavorable ante la justicia.


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