La hostelería y los almerienses sufren el impacto de la calima y el calor

Los fenómenos meteorológicos dejan huella en los ciudadanos y en la economía de los comercios

Imagen de la terraza de una cafetería de Almería vacía por las altas temperaturas.
Imagen de la terraza de una cafetería de Almería vacía por las altas temperaturas. Mohamed Ezzizaoui
Mohamed Ezzizaoui
20:01 • 08 jun. 2024

La provincia de Almería se enfrenta estos días a una combinación de fenómenos meteorológicos que están afectando la vida cotidiana de los almerienses y el desempeño de los negocios locales. En los últimos días, la calima, caracterizada por el polvo africano suspendido en el aire, ha cubierto gran parte de la provincia, reduciendo la visibilidad y empeorando la calidad del aire.



Al mismo tiempo, las temperaturas han superado los 30 grados, creando un ambiente sofocante que complica aún más la situación y que han hecho que la vida al aire libre sea casi intolerable, obligando a la gente a buscar refugio en interiores.




El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL), Pedro Sánchez-Fortún, explica a LA VOZ que el calor y la calima han tenido un impacto negativo significativo en la hostelería. "Las terrazas, usualmente concurridas, se han visto desocupadas ya que la gente prefiere los interiores para escapar del polvo y las altas temperaturas", afirma Sánchez-Fortún. Este clima extremo desincentiva a los ciudadanos a salir de sus casas durante las horas centrales del día, lo que resulta en una notable disminución en las cifras de negocio.



Por su parte, Rubén Fernández, propietario de la cafetería deRuben Café&Tapas Selectas y de la heladería deRubén Helados, comparte que las ventas han caído drásticamente. En su cafetería, los desayunos han registrado una disminución del 40% en los últimos dos días.



"La gente se mete dentro, pero al final, con el aforo que tenemos, pues hay un 60% menos con lo de dentro", comenta Fernández. En su heladería, el viento y la arena disuaden a la gente de sentarse al aire libre, resultando en ventas flojas incluso para refrescos y helados.



Días calurosos



Los ciudadanos también sufren las consecuencias del clima. Antonia Ruiz ha tenido que mantener las ventanas cerradas y las persianas bajadas todo el día, utilizando el aire acondicionado para sobrellevar las temperaturas insoportables. "Está todo por fuera hecho un asco, todo rojo y las temperaturas insoportables. No se puede andar por la calle", afirma Ruiz.



Josefina Márquez ha adoptado la rutina de permanecer en casa durante las horas más calurosas y ha notado un impacto en su salud, bebiendo más agua para evitar la deshidratación. "Yo por la mañana me meto en mi casa y ya no salgo por la tarde", explica.


Por su parte, Nicolás Muñoz expresa su frustración con el clima, indicando que las noches son especialmente calurosas. "Los ventiladores ya no son suficientes para refrescar el ambiente. Es insoportable, no lo aguanto más", añade Muñoz.


La situación en Almería refleja un desafío diario para sus habitantes y empresarios, que buscan maneras de mitigar los fenómenos meteorológicos extremos, aunque el impacto negativo en la economía y el bienestar de los almerienses es innegable.


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