Empiezan a quitar los escombros acumulados en la calle Hércules

El Ayuntamiento de Almería ha empezado con la labor de retirada de los escombros generados pocon las demoliciones realizadas hace meses en algunas de las viviendas expropiadas de la calle Hércules.

Según explican desde el Consistorio, la previsión es que tarden aproximadamente una semana en la retirada de estos restos que habían permanecido en la zona como “dique de contención” del desnivel de ocho metros de altura que se encuentra junto a este espacio. De hecho, explican que una vez que concluya el proceso de retirada de estos materiales, “se procederá a realizar una pequeña escollera para garantizar la estabilidad de este desnivel con el que cuenta el terreno”.

Cuando comenzaron los trabajos de demolición de las viviendas que se habían expropiado en la calle Hércules se pensaba que, si bien no se iban a poder tirar todas seguidas porque aún estaban algunas de ellas en negociación, sí que contaban con la posibilidad de que fuera un proceso que no se dilatara demasiado en el tiempo. Ahora, un año y medio después de que comenzaran los trabajos de demolición, y teniendo en cuenta que aún hay dos procedimientos judiciales abiertos con propietarios que no han entregado su casa ni hay acuerdo para ello, se ha optado por retirar los restos y proceder al refuerzo de ese desnivel.

Cabe recorar que estas demoliciones forman parte de la actuación prevista en el entorno de La Hoya y la Alcazaba por parte del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Almería. De hecho, en el caso del gran edificio rosa ubicado al principio de la calle Almanzor, su demolición es fundamental para la continuación de las estudios arqueológicos.

Trabajos
Lo cierto es que lo previsto en esta zona ha ido cambiando a lo largo de los últimos años. Inicialmente los planes urbanísticos preveían la demolición de las dos manzanas que conforman la calle Hércules y la calle Viña, de esta zona se liberaba toda esta zona.

Sin embargo, hace unos años se apostó por hacer un cambio de lo previsto con una modificación puntual del planeamiento en esta zona, y se apostó por mantener en pie una de las manzanas y así, que parte de esas viviendas tradicionales quedaran en pie y seguir adelante con la eliminación de otra de las manzanas para permitir la mejora del resto.

Los trabajos comenzaron con aquellas que ya estaban en manos municipales que inicialmente comenzaron a tapiarse las ventanas y puestas y después se procedió a realizar las demoliciones. Pero los planes de evolucionar rápido en la adquisición de viviendas  se enquistaron ante la imposibilidad de llegar a acuerdos con algunos propietarios, situación que ha llegado a los tribunales y que aún no se ha resuelto.