Un tal Alvise llega a la Puerta Purchena

El agitador ultraderechista cosecha más de 15.000 votos en Almería con ‘Se acabó la fiesta’

Alvise Pérez cosechó el 7% de los votos provinciales el pasado domingo.
Alvise Pérez cosechó el 7% de los votos provinciales el pasado domingo. La Voz
Manuel León
23:52 • 10 jun. 2024 / actualizado a las 09:00 • 11 jun. 2024

Sin partido, sin programa político, sin  apoderados, sin interventores, sin papeletas -con la adhesión de la cofradía de los afligidos- un tal Alvise -sevillano con barba de caudillo arameo- ha conseguido el voto de más de 15.000 almerienses. No está mal para un recién llegado a la política activa como candidato a la Eurocámara. 



Con su agrupación de electores ‘Se acabó la fiesta’, Luis ‘Alvise’ Pérez ha cosechado más de 800.000 votos en España. En Almería se ha colocado como la cuarta fuerza política con el 7% de los sufragios, lo que demuestra que hay una porción electoral en la provincia que premia este tipo de  epopeyas solitarias emprendidas por aventureros que no tienen nada que perder. A pesar de sus argumentos temerarios  -como construir una cárcel para meter dentro a todos los inmigrantes ilegales- que antes pasó por Ciudadanos de Rivera y UPyD, de Rosa Díez- ha obtenido más granero de votos que otros partidos de la izquierda con más pedigrí como Sumar y Podemos. Solo tiene 34 años, Alvise, y ha obtenido tres escaños en el Parlamento europeo, donde se suma a otros proyectos políticos europeo de ultraderecha tan en boga.



Hasta ahora, las repercusiones públicas de Alvise, amigo de otro controvertido personaje español como es el Pequeño Nicolás, han pivotado en torno a sus pleitos judiciales contra políticos como Manuela Carmena por el que fue condenado a pagar 5.000 euros a la exalcaldesa de Madrid por difundir el bulo de que había exigido un respirador en su domicilio durante la época de la pandemia. También se ha enfrentado ácidamente Alvise con otros políticos como Abalos, Puente o Illa en Instagram donde ha encontrado su campo de batalla.



Los analistas políticos ven su irrupción en la política europea como la de un personaje que atesora el voto del pataleo, en un país tan dado a los reinos visigodos y de taifas, tan poco leal a un bipartidismo que no termina de consolidarse desde las primeras elecciones democráticas. 



A partir de ahora, se abre un futuro incierto para este nuevo actor de la política española (y almeriense) al que muy pocos concedían la cosecha de adhesiones conseguida el pasado domingo. Un desconocido -aparentemente desconocido- que ha conseguido ser uno de los protagonistas de los telediarios (y de los cafés de la Puerta Purchena).






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