José María Gallart (17 de noviembre de 1960, Almería), gerente de la Asociación de Armadores de Almería (Asopesca) y presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE), relata los secretos del sector pesquero y se acerca a los consumidores con sus palabras.
¿Cuánto tiempo lleva en el gremio?
Tengo 63 camino de 64 y empecé en esto con 16 años. Pues desde el año 66 hasta ahora, unos cuantos.
¿Y cómo empezó?
Por temas familiares. Mi padre era armador. Estuve poco tiempo embarcado. Yo me dediqué a llevar la gestión desde tierra.
En esas primeras veces no es difícil marearse en una embarcación...
Sí, pero después ya no.
Es inevitable hablar sobre uno de los productos estrella de Almería, la gamba roja. ¿En qué zonas de España se comercializa?
Principalmente en el levante, que es donde más se consume tradicionalmente, la zona de Valencia y Barcelona, también en Extremadura, en el País Vasco, Galicia...
¿Cómo es el proceso para pescarlas?
La gamba roja tiene la peculiaridad de que es una pesca específica. Está en unos fondos muy concretos que tienen profundidades superiores a cuatrocientos metros. En Almería tenemos treinta y cuatro embarcaciones de arrastre. Dedicadas a la pesca de gamba roja, desde mayo hasta septiembre u octubre, en la Isla de Alborán, tenemos unas catorce embarcaciones.
Por lo tanto ahora es temporada alta...
Ahora estamos en plena temporada.
¿El arrastre es el único método para su captura?
La gamba roja solamente se puede pescar con el arrastre. Por los fondos en los que está. Puede estar desde los trescientos hasta los ochocientos metros de profundidad. También porque la gamba está en la arena.
¿Cuántas personas son necesarias para este tipo de pesca?
Hoy en día gracias a la tecnificación de los barcos lleva entre cuatro y cinco.
¿El precio de la gamba roja es alto por su escasez?
Es un producto gourmet. El marisco, como la quisquilla, la gamba blanca, la cigala y la propia gamba roja es la especie de arrastre que más valor tiene. Por sus características, tiene un precio importante. La hace rentable para los barcos que van a capturarlas.
¿Y cuántos kilos de esta gamba se suelen recoger cada vez que salen a faenar?
La pesca es un arte porque pescar es un arte, aparte de un trabajo. No es como una fábrica de coches, donde sabes cuántos vas a producir al año. Cuando el barco sale no sabe lo que va a pescar. Depende de muchos factores, principalmente del climatológico. Pero una media de kilogramos diarios sería entre cien o ciento veinte de captura.
¿Cuál es el proceso por el que pasan las gambas hasta que el consumidor puede encontrarlas en el supermercado?
Un barco en el día sale a las tres de la mañana y viene a las seis de la tarde. Se subasta en la lonja y al día siguiente está tanto en el mercado local como en el nacional. En menos de veinticuatro horas está puesto en el mercado.
Muchas veces se habla de la contaminación que emiten los barcos...
Hay estudios científicos ya que demuestran que el pescado es la proteína animal con menos huella de carbono que hay. Las emisiones que hace una embarcación de pesca son ridículas. Se han mejorado muchísimo los motores y con los dispositivos que llevan estas emisiones son insignificantes.
Todo el mundo sabe que la pesca en una profesión muy sacrificada. ¿Qué es lo que más le gusta del gremio?
La mar, la pesca, tiene algo que te cautiva. Es un sector que no se parece en nada a ninguno. Principalmente por el medio en el que se trabaja, en la mar estás en el medio de la nada. Si trabajas en tierra estás rodeado de gente. Aquí la tripulación es prácticamente una familia. Cuatro o cinco personas que pasan muchas horas juntos casi todos los días.
¿Y lo que menos?
Lo que menos me gusta ahora mismo de la mar es la política. Principalmente la política de Bruselas.
¿En qué consiste?
España siempre ha sido pionera en legislación pesquera. En el año 2020 se aplicó un reglamento del mediterráneo occidental donde la reducción de fuerza pesquera ha sido bestial. Aquí en España estábamos en el año 2019 con una posibilidad de pesca de doscientos veintidós días al año, que tampoco se pescaban todos por mal tiempo, averías, etc.
En el año 2024 que estamos ahora la media está en ciento treinta días. Entonces es mucho más complicado generar actividad económica.
Y eso tiene consecuencias...
Ha traído menos mano de obra. No se puede llevar en el barco cinco o seis tripulantes y hemos tenido que reducir la tripulación para acortar gastos y buscar un poco más de rentabilidad.
¿Qué otro pescado se conoce mucho además de la gamba roja?
En volumen, la gamba blanca se pesca más que la gamba roja. El arrastre aquí es multiespecífico, hay mucha pijota, brótola por temporadas, la bacaladilla, la pota...
¿Alguna especie en concreto que le preocupe por su escasez?
La biomasa en general de todas las especies se está recuperando, hay informes científicos de ello. Nosotros no hemos visto ninguna reducción. El Mediterráneo es un mar cerrado y compartido por dos riberas. El norte, que prácticamente el cien por cien es comunitario. La ribera sur pesca como le da la gana y nosotros estamos con unas restricciones bastante importantes.
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