El barrio almeriense que no quiere que sus mayores pasen el verano solos

La presidenta de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de Almería, Magdalena Cantero, manifiesta que la soledad no se elige, se padece, y que una de cada cinco personas sufre soledad no deseada, prolongándose esta situación durante dos o más años en seis millones y medio de personas en España. El Casco Histórico de Almería es uno de los barrios más envejecidos de la ciudad, la población mayor de 65 años supera con creces a la población joven, muchos de ellos están solos en casa y dado que durante los meses de julio y agosto desciende el numero de población por las vacaciones, les ha parecido oportuno hacerles protagonistas del barrio y acompañarlos en los meses de julio y agosto.

La mitad de la población en nuestro país (49,3%) sufre soledad no deseada en el presente o la ha sufrido de manera intensa en el pasado, por lo que una Asociación vecinal como esta es un buen antídoto para crear redes de vecindad y amistad para superar esta situación tan indeseada como nociva para las personas.

Los datos no dejan lugar al equívoco, dos de cada tres personas (67,7%) que sufren soledad llevan en esta situación desde hace más de dos años y un 59% desde hace más de tres. La franja poblacional más elevada es entre los 55 a los 74 años, aunque vuelve a subir a partir de los 75.

La soledad está también muy relacionada con la capacidad económica. La prevalencia de la soledad no deseada es más del doble, dos veces más frecuente en la población que viven en lugares que llegan con dificultad a fin de mes (30,1%) que en los que llegan con facilidad (3,3%), por ello quieren que los mayores del Casco Histórico disfruten de algunas actividades que quizá ellos en solitario no harían.

El objetivo, continúa Cantero, es que durante los meses de julio y agosto, período estival, donde además el barrio permanece más desierto, dado que muchas personas se trasladan a otros puntos de vacaciones, establecer esos contactos, salidas, actividades grupales que permitan a los más mayores hablar, disfrutar de actividades sociales y culturales, generar amistades y hacerse compañía mutua. Para ello, se comenzará dándole difusión al programa y estableciendo una reunión inicial para darlo a conocer. También entre las personas mayores que acuden a escuchar misa a la Catedral, la Iglesia de San Juan Evangelista o San Roque de Pescadería, de manera prioritaria, aunque sin descartar otros entornos.

El programa de actividades es extenso, desde salidas al cine los martes, día con un precio de dos euros para los mayores, charlas de profesionales médicos y sanitarios para hablarles de prevención y cuidados en el hogar; encuentros con la Policía Nacional para hablarles de seguridad y prevenirlos de nuevos delitos que les afectan especialmente a ellos; paseos por el barrio y visitas a los museos de la ciudad, dado que muchos de ellos aún no los han visitado; tardes al fresco en calles seguras, en resumen un programa destinado a combatir la soledad no deseada entre las personas mayores, pero también un programa con el que queremos reconocer el valor de estas personas, su trayectoria vital, experiencias, y su amor por el barrio en el que viven.

Esta iniciativa cuenta con la colaboración de la Asociación de Mayores del Casco Histórico y de Cajamar.