CAMINA o la cultura hecha desde, por y para el barrio

Almería cerraba el pasado 30 de junio su plan CAMINA. Ese proyecto realizado con fondos europeos, elaborado por el Ayuntamiento de Almería, con socios colaboradores entre los que había otras instituciones y empresas privadas, y que principalmente ha buscado romper barreras entre los barrios de Pescadería-La Chanca, Casco Histórico y centro mostrando lo mejor de su gente, sus artistas y su cultura al resto de la ciudad.

Concluye el plan y más allá de aquellas obras que dejarán en la ciudad un remozado Cine Katiuska que servirá como espacio cultural, y las mejoras en el Museo de Doña Pakyta, lo cierto es que deja entre aquellos que han participado y vivido todo el proceso, una idea clara: la programación cultural puede hacerse de otra manera. 

Y es que si algo ha quedado claro a lo largo de todo este tiempo es que Almería cuenta con multitud de artistas, de gente que quiere intervenir y que otro tipo de programación cultural, quizá menos comercial pero más cercana y participativa tiene su sitio.

Explicaba la alcaldesa de la ciudad, María del Mar Vázquez, que el proyecto CAMINA “ha permitido poner en marcha en Almería una experiencia tan enriquecedora como usar la cultura como medio de eliminar barreras humanas y sociales. La cultura nos ha ayudado a  favorecer la integración de los barrios que el escenario de la raíz histórica de nuestra ciudad”. Daba las gracias a “todos cuantos a lo largo de este año han contribuido a incluir, a vincular y a incentivar el tránsito ciudadano por estos barrios con la cultura como nexo de unión” sobre todo “al trabajo realizado los seis Laboratorios de Creación Cultural, y a las diferentes asociaciones y entidades del tejido cultural y social de la ciudad, que a través de la generación de contenidos han sido las auténticas protagonistas de esta preciosa historia”.

Actividades
Son estos laboratorios lo más importante. Estuvieron gestionados por cada uno de los socios: Fundación Arte Ibáñez Consentino, Kuver Producciones, la Escuela Municipal de Música, EPTISA, Khora Urban Thinkers y la Universidad de Almería, y contando como actores principales las asociaciones y entidades  de La Guajira, Clasijaaz, Grupo Indalo Foto, Yo Soy el Otro, IN Danza, A Toda Vela, LaOficina, Amigos de la Alcazaba, Federación Provincial de Peñas Flamencas de Almería y a la Federación Almeriense de Teatro Aficionado. 

Ellos se encargaron de llevar a las calles de la ciudad medio centenar de actividades programadas y preparadas por ellos mismos en solo tres meses (octubre, noviembre y diciembre).

Es difícil resumir el trabajo hecho pero es cierto que en el primer laboratorio hubo actividades vinculadas a la fotografía, la pintura creando un espacio especial para las mujeres, momentos para hablar sobre la forma de vivir del arte y la necesidad de que sea inclusivo.

En el segundo la música permitió la creación del Corochow o los conciertos didácticos ‘Cuando Almería era Al-Mariya’ así como una actividad que buscaba reflejar la vida del siglo XII con ‘La Perla del Zoco’ y la venta de productos artesanales.

En el tercero hubo sitio para la danza contando el Movimiento Indaliano, el arte urbano o la SED, la magia del agua creada por Indanza y A Toda Vela.

El cortometraje Las Tres Medinas visitando los tres barrios del proyecto o el espectáculo Luz, Puerto, Mediterráneo para contar la historia de Almería de forma artística, centraron el cuarto laboratorio.

Uno de los más premiados ha sido el quinto a través de la exposición ‘Memorias del Cine’ en la que se pone en valor a 44 vecinos de La Chanca-Pescadería que han participado desde 1960 en rodajes en Almería así como otros documentos inéditos. Un trabajo realizado con La Oficina y Diputación.

El último de los laboratorios ha permitido que José María Mellado enseñe fotografía móvil  y deje un legado en la ciudad, 20 lonas repartidas por Pescadería, Casco Histórico y centro componiendo toda una ruta artística. 

Pero lo más importante han sido todos y cada uno de los participantes.