¿Tu vecino cultiva marihuana? Esto es lo que pagas de luz de más al año

Los pinchazos ilegales en el tendido eléctrico para abastecer de electricidad a las plantaciones de marihuana continúan siendo un problema que preocupa tanto a las compañías energéticas como a los vecinos que viven en barrios donde se practica esta industria ilícita. Estos residentes se ven afectados no solo por problemas de seguridad ciudadana, sino también por constantes cortes de luz en sus comunidades.

A raíz de esta problemática, Endesa, a través de su filial de redes, ha conseguido desconectar, desde el primer semestre del año, 130 enganches utilizados para alimentar cultivos interiores de marihuana. La distribuidora ha llevado a cabo esta labor de saneamiento energético en los barrios de Pescadería, El Puche y Los Almendros. En estas zonas, Endesa ha localizado una media de siete plantaciones de cannabis al mes. Asimismo, el cultivo ilegal de esta planta se ha ido extendiendo hacia otras zonas de la capital y a otros núcleos urbanos de la provincia. Localidades del Poniente como El Ejido, con una media de 4 plantaciones al mes, Roquetas de Mar con 3 o Vícar con 2 van a la zaga de la capital según las pesquisas de Endesa.

La energía consumida por las plantaciones detectadas entre enero y junio de este año ascendió en Almería a 8,2 millones de KWh, suponiendo el 48% de la energía consumida de forma fraudulenta. No obstante, se calcula que el total de las plantaciones de cannabis existentes en España consumen unos 2,2 TWh de electricidad, equivalente a la demanda de una ciudad del tamaño de Sevilla​ en un año.

En algunos puntos de la red gestionados por e-distribución en Almería se ha incrementado la potencia para intentar evitar las interrupciones en el suministro a los vecinos, pero, aunque la potencia instalada multiplica hasta por doce la que sería necesaria en función al número de habitantes, las incidencias se suceden, lo que evidencia un alto volumen de enganches a la red. 

El cultivo indoor de marihuana requiere un constante flujo de electricidad durante las 24 horas del día. Este incesante uso energético, derivado de los enganches ilegales, produce sobrecargas que interrumpen el servicio eléctrico y dañan los centros de transformación que abastecen a los barrios. Estas incidencias suponen un grave riesgo para los vecinos de la comunidad, ya que existe un riesgo real de incendios provocados por los enganches ilegales. Hace menos de una semana, Endesa reemplazó un centro de transformación en el barrio de El Puche, que quedó calcinado tras una sobrecarga provocada por el uso excesivo de electricidad de manera fraudulenta para el cultivo de marihuana.

Los datos de las fuerzas de seguridad indican que los cultivos en el interior de los edificios son más difíciles de detectar y tienen mayor rendimiento que las plantaciones a cielo abierto, de cuatro a seis cosechas al año. Estos dos factores son claves para explicar el importante peso de las plantaciones de interior dentro del cultivo de marihuana en España, que según el European Drug Report 2024, acaparó en 2022 el 81% de las plantas de marihuana incautadas en la Unión Europea.

Un pico de más al año en la factura

Las estimaciones emanadas desde la compañía eléctrica, indican que el fraude eléctrico le cuesta al conjunto de los consumidores españoles más de 2.000 millones de euros al año. Esto supone, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro eléctrico.

Endesa señala que el uso de las últimas tecnologías y la inteligencia artificial se han convertido en valiosos aliados para detectar las instalaciones fraudulentas, pero el trabajo final corresponde a los técnicos e inspectores de la compañía y de las contratas, que han realizado cerca de 200.000 inspecciones sobre el terreno en lo que va de año en España para detectar las manipulaciones de la red.