En la tranquilidad de la planta de un hospital o en el barullo diario de un centro de salud. De repente, un ruido molesto y atronador advierte de que algo no va bien. ¿Un incendio? ¿La activación de una salida de emergencia? No, la agresión a un sanitario. Otra más. Así se plantea desde ahora la lucha contra las agresiones a sanitarios en los servicios del Servicio Andaluz de Salud, que tras unos meses de experiencia piloto, ha empezado a repartir entre sus empleados unas alarmas personales para avisar de posibles agresiones.
Todo parte de una iniciativa del Sindicato de Enfermería, SATSE, que ya inició hace unos meses el reparto de estos dispositivos pequeños, discretos y resistentes, que emiten una señal acústica gran potencia (125 decibelios), perceptible a cientos de metros de distancia, y una señal óptica mediante luz LED de alta intensidad, intermitente y visible desde gran distancia. El dispositivo se carga mediante cable USB y cuenta con capacidad de funcionamiento durante 30 minutos de forma continua.
Tras la iniciativa del SATSE, el SAS recogió el guante e inició un proyecto piloto que dio el pistoletazo de salida con la distribución de 64 unidades a todos los profesionales de las unidades de Salud Mental de los centros periféricos de Especialidades del Puerto de Santa María y Chiclana de la Frontera y, posteriormente, en una segunda actuación, se entregó el dispositivo a los 287 profesionales que forman parte del Servicio de Urgencias.
Hace unas semanas, el Hospital Clínico San Cecilio de Granada incorporaba estos dispositivos de alarma individual en Urgencias para prevenir las agresiones a profesionales sanitarios, y desde hace unos días también se está procediendo a la entrega de estos dispositivos en distintos centros de atención primaria de la provincia de Almería.
Preguntados los profesionales por esta nueva medida afirman percibir una mayor protección al dotarles de una herramienta, tangible que controlan y que pueden llevarla en el bolsillo, cinturón o colgada junto a la tarjeta de identificación, lo que permite poderla activarla rápidamente y en cualquier situación.
Desde su implantación se ha podido comprobar que en aquellas situaciones en las que la alarma individual es utilizada, se produce un efecto disuasorio hacia el agresor, así como una mayor rapidez de actuación por parte de los compañeros y vigilante de seguridad, reconduciéndose la situación e interviniendo antes de que la situación se torne más violenta.
Cabe recordar que esta fue una idea creada por el Sindicato de Enfermería en Andalucía que inició el pasado mes de marzo la distribución de 30.000 llaveros alarmas disuasorios para los profesionales dentro de una campaña bajo el lema “Tu seguridad, nuestra prioridad”.
Las agresiones en Almería
Se han registrado 71 agresiones a profesionales sanitarios durante el primer semestre de 2024 en Almería, según datos de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. Esta cifra forma parte de las 924 agresiones contabilizadas en toda Andalucía, donde se ha observado un aumento general del 7% en comparación con el mismo período del año pasado.
Para combatir esta alarmante tendencia, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha implementado una serie de medidas, entre las que destaca la entrega de esta alarma. Otra de las principales acciones ha sido el envío de cartas a los agresores, "afeando" su conducta y recordándoles que cualquier forma de agresión, ya sea física o verbal, es inaceptable y tendrá consecuencias legales. "Este centro no tolerará ninguna falta de respeto hacia los profesionales y el trabajo que realizan", enfatiza el SAS en estas misivas.
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