Una tarde con la tercera edad: “Hacía años que no venía al cine”

La Asociación Casco Histórico ha organizado actividades para combatir la soledad de los mayores

Amelia, Isabel, Lola y Estrella posan junto a la presidenta y el vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico en Torrecárdenas
Amelia, Isabel, Lola y Estrella posan junto a la presidenta y el vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico en Torrecárdenas La Voz
Elena Ortuño
13:27 • 14 ago. 2024 / actualizado a las 09:29 • 15 ago. 2024

Es una tórrida tarde de verano, de esas en las que el asfalto parece derretir los zapatos y en las que la humedad procedente del mar se adhiere a la piel. A primera vista podría parecer que ni un alma se atreve a pisar las callejuelas de Almería antes de que se ponga el sol. Sin embargo, si uno sube por la calle Narváez y gira hacia la de la Almedina, adentrándose así en pleno centro histórico, se encontrará con un edificio en cuya puerta, abierta para todo aquel que quiera pasar, se agolpa un grupo de personas.



Se trata de la sede de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico, que ha organizado una actividad ideal para huir de la soledad y de las altas temperaturas: una tarde de cine bajo el aire acondicionado de Torrecárdenas. Su público objetivo se percibe a primera vista gracias a la piel marcada por la edad y a su cabello canoso. En esta ocasión, todas son mujeres mayores de 65; y aunque cuentan con toda una vida tras de sí, desprenden vitalidad con cada palabra y movimiento. 



Algunas ya conocen la asociación a raíz de actividades realizadas anteriormente, como las quedadas en San Valentín para decorar la popular plaza almeriense o como las salidas culturales, entre las que destaca la reciente visita guiada al Centro Andaluz de Fotografía. El resto es la primera vez que se atreve a cruzar el pórtico del edificio. Lo que no saben es que al final del día acabarán tan seducidas que no dudarán en volverlo a cruzar de nuevo en los próximos meses.



Destino: Torrecárdenas



Junto a Magdalena Cantero y Antonio Andrés Díaz, presidenta y vicepresidente de la asociación respectivamente, todas esperan un taxi que las lleve al paraíso de las tiendas en Almería: el Centro Comercial de Torrecárdenas. Mientras aguardan, Isabel, de 81 años, cuenta la ilusión que le hace retomar uno de sus hábitos favoritos de su juventud: "Mis padres trabajaban en el cine y por ser hijos de empleados veíamos muchas, muchísimas películas. Nos pasábamos el día en el Cervantes, en el cine Roma... Me encantaba". 



Ninguna sabe qué largometraje ha escogido Magdalena para la ocasión. "Espero que no sea ninguna de dibujos para niños o de viejos", le recriminan. Ante esto, la respuesta de la presidenta se lleva un aplauso marcado por la emoción: "Es una película para un público adulto. En esta asociación estamos en contra del edadismo. Nosotros os vemos como lo que sois: personas con años, no tontos", resuelve. Y es que la actitud con la que son tratados los mayores es un tema recurrente durante toda la tarde. Están hartas de que sus arrugas hayan pasado de significar experiencia y sabiduría a ser un motivo para tratarlas como si fueran menores de edad. 



Entre risas y declaraciones de principios, se suben al taxi. Con sus 87 años, Amelia se deja ayudar. Está contenta y, al igual que sus compañeras, no deja de parlotear por el camino. La ilusión las lleva a entonar al unísono 'En el coche de papá', una canción que hace reír al taxista cuando discuten si hay que continuar una estrofa con "el coche feo" o "nuevo". 



Lola y Estrella son dos amigas "de toda la vida" a las que unió una "conexión especial". Ese mismo vínculo es el que las mantiene juntas durante toda la tarde e, incluso, las hace sentarse codo con codo en el vehículo. Aprovechan el trayecto para advertir al resto de las estafas que hoy en día se aprovechan de las personas mayores. "Yo sé que tengo que tener mucho cuidado con mis datos personales. La gente se sorprende de que esté tan al día de todo esto y me preguntan cómo lo sé a mi edad. Yo les respondo que soy mayor, pero no tonta", explica Lola. Antes de que se den cuenta, llegan a su destino.


La película

El grupo se sorprende al entrar al centro comercial, sobre todo Amelia, para la que es una experiencia totalmente nueva. Pronto se revela la película escogida: 'Cuerpo escombro', una comedia española del director Curro Velázquez. En cuanto se enteran, todas se alegran. "Tenemos ganas de reir, que llorar ya lloramos", reconoce Lola, quien "hacía años que no iba al cine". Al respecto, Magdalena reconoce que la elección no es casualidad: "Tenía que ser una que las haga irse contentas a casa".


Tampoco es casualidad que sea martes, día en el que la tercera edad puede disfrutar del cine por 2€ y de un menú (bebida y palomitas saladas) por 2,5€. Entusiasmadas, se sientan en las butacas y ponen los teléfonos en silencio, no sin antes llamar a sus hijas para contarles -con un brillo especial en los ojos- que la película está a punto de comenzar y que se olviden de ellas los próximos 95 minutos. 


Durante las dos horas siguientes, Dani Rovira y Cassandra Ciangherotti, entre otros personajes, consiguen arrancar a su público más de una carcajada. Con los créditos finales las luces de la sala se vuelven a encender y una estampa queda grabada en la retina de sus acompañantes: cuatro caras de inmensa felicidad arrancan a comentar la película.


Combatir la soledad

"Una maravilla de película, me ha encantado. No esperaba nada de esto", reconoce Isabel, quien agradece a la asociación la propuesta del plan y quien asegura que "repetiría mañana si pudiera". A su lado, Lola reflexiona sobre el mensaje que transmite la película escogida: "Se pide que tomen más en serio a los discapacitados y que quiten las barreras arquitectónicas, que puedan disfrutar de una mayor accesibilidad para todo", explica, antes de añadir: "Ha sido una experiencia maravillosa, me ha merecido mucho la pena".


Su desbordante alegría tiene una explicación, como bien apunta Lola: "Al llegar a una cierta edad tenemos que quedarnos en casa sentados, limpiando y pensando en el abandono humano que hay hacia los mayores. Eso no nos gusta nada", denuncia. En Almería, casi 75.000 personas viven solas, muchas de ellas son personas mayores de 65 años. Ellas entienden que sus hijos "tienen su vida, sus actividades, su trabajo" y reconocen que "no tienen el tiempo suficiente para regalárnoslo", por lo que a veces no sentirse solas es muy complicado. 


La compañía que brindan a las personas mayores asociaciones como la del Casco Histórico es "impagable", señalan. "No todos los mayores tienen una capacidad económica suficiente para hacer cruceros o muchos viajes, por eso actividades como estas están tan bien, porque son accesibles para todos los mayores", cuenta Lola, que ha notado un cambio abismal gracias a iniciativas como la del cine.


También Amelia, la más longeva del grupo, sale de la sala asombrada: "Esto ha sido una bendición del Señor y de la Virgen, que me han permitido pasar un buen rato", agradece con la voz temblorosa. Todas aseguran que seguirán acudiendo a las actividades que la asociación organice. Como ellas, quien quiera apuntarse o enterarse de los próximos eventos podrá hacerlo a través del teléfono de Casco Histórico: 641 735 725, un número que, como reconocen Lola, Isabel, Estrella y Amelia, regala "momentos inolvidables".


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