Ha muerto el policía Barrios

Hermano del inolvidable Juan Antonio

Tony Fernández
09:56 • 28 ago. 2024 / actualizado a las 10:48 • 28 ago. 2024

A las dos de la mañana se han vuelto a encontrar. El menor de los varones de la familia Barrios-Fenoy se ha marchado a los 61 años no sin antes luchar con todas sus fuerzas contra una enfermedad. Enterró a su hermano con una pena infinita cuando él ya luchaba contra el cáncer. Paco no bajaba la guardia y prometió a Juan Antonio pelear hasta el fin, que ha llegado después de cinco años aplicado con disciplina a todo lo que los médicos le decían. Para todos era Paco el policía pero se llamaba Francisco José Barrios Fenoy, nacido en la calle Convento. Los Barrios-Fenoy siempre serán de esa calle donde nació y creció una familia tan querida por todos los almerienses. Está en la Sala Indalo del Tanatorio Portocarrero y mañana a las 10:00 será el último adiós a un hombre bueno que eligió el uniforme como destino en la vida para ayudar a los demás.



La tristeza es enorme en la mayor de los Barrios-Fenoy, Lola, que mientras ordena a su familia recuerda a su marido que también falleció muy joven. Por este orden: Lola, Juan Antonio, Paco y Mari Carmen. Solo quedan ellas con el recuerdo de dos grandes hombres tan queridos en Almería. Paco era, como Juan Antonio, un todoterreno de su Almería. Conocía la vida y la obra de muchos almerienses por su condición de policía y porque se impregnaba de la vida social tanto en el fútbol como en los eventos culturales y sociales. Paco fue el mejor de los maestros para Juan Antonio cuando la enfermedad se le manifestó. Un hermano y un médico porque Paco era muy disciplinado con todo lo que le mandaba la ciencia.



Familia



La familia Barrios-Fenoy es de la Plaza de Toros de toda la vida. Gente trabajadora que nunca renunció a sus raíces y que al bajar por la Rambla a la altura de la Iglesia de San Ildefonso siempre vuelven la mirada a ese bloque donde nacieron y crecieron. Juan Antonio y Mari Carmen se unieron a sus padres en el mundo del calzado y Paco se hizo policía de un Grupo Especial y tuvo su primer destino en Irún mientras que su hermana Lola se iba a Barakaldo con su cuñado, también policía. No era fácil estar tan lejos de Almería y en unos tiempos tan convulsos pero Paco lo llevaba bien porque siempre fue un hombre recto en la disciplina y cercano en el trato. Paco me contaba junto a Juan Antonio (de cuerpo presente), lo felices que fueron en la calle Convento y que él nunca se había ido de aquella casa porque iba dentro de su alma. Siempre tan unidos los cuatros hermanos han sabido luchar y soportar los golpes de la vida. Juan Antonio era irrepetible. Su hermano estaba muy orgulloso de todo lo que consiguió tanto a nivel de cofrade como en la prensa. Se fue muy pronto arropado por él, que siempre estuvo a su lado animando y levantando la moral en los peores momentos.



Policía



Paco se casó con Aurora Plaza y nacieron dos hijos: Borja y Marina. Hablaba mucho de ellos y me decía que: "Me dan toda la fuerza para luchar contra la enfermedad". Charlábamos mucho del Almería y más de Juan Antonio al que quería con inmensa locura. No faltaron las citas a su condición de policía pero desde una enorme discreción porque el cumplimiento del deber lo llevaba a gala. Prometió en el Tanatorio El Centro que lo haría por su hermano y por su familia "No va a poder conmigo". Estaba bien, llevaba mascarilla como todo el mundo en plena pandemia y pasaban las horas hablando y hablando de Juan Antonio y de aquella casa de la calle Convento. Me dijo que su mujer también era policía y que su vida dentro de lo que cabe había sido tranquila menos "los disgustos que me da el Almería. Tenemos que subir a Primera". Y subimos y bajamos pero siempre con la bufanda preparada encima del sofá para ir al partido. Claro que me contó cosas de la 'poli' que ya no me acuerdo. Le llamaba hermano y me pasó fotos de la familia Barrios-Fenoy que guardo como un tesoro. Tenía muchos sueños por realizar: "Los niños de la Plaza de Toros solo pensábamos en jugar y no en soñar". Era fiel oyente de la Cadena SER y de su Javier Romero al que adoraba.




Lucha



La misma enfermedad que se llevó a su hermano ha terminado con sus días pero no ha sido fácil. Juan Antonio no pudo llegar al año en su lucha y Paco ha estado cinco como un paciente ejemplar atendiendo todo lo que los médicos le han pedido. Disciplinado como buen policía cumpliendo con el deber de la medicación y plantando cara hasta que a las dos de la mañana ha descansado para siempre. Se ha abrazado a su hermano Juan Antonio al que admiraba y ahora con sus padres y su cuñado seguirán cuidando de la familia Barrios-Fenoy, gente sencilla de la Plaza de Toros que se hizo grande porque jamás olvidaron sus orígenes. Lola me ha ordenado a una familia que llora a Paco el policía, un hombre bueno. Un almeriense que nos hizo mejores. Me acaba de llamar Javier Romero, su Javier, para que ponga bien grande que era uno de sus fieles oyentes y “un tío muy grande”. Amén. Era un hombre bueno. Nunca tiraba con bala. Amaba al prójimo.


Este jueves a las 10 en la capilla del Tanatorio la despedida de un gran almeriense.


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