Bajan los cultivos de marihuana en los invernaderos y crecen en las casas

La última memoria de la Fiscalía General del Estado pone de manifiesto un cambio significativo en las técnicas de cultivo de marihuana en Almería. Si bien las plantaciones en invernaderos, anteriormente disfrazadas como cultivos industriales, han disminuido, el cultivo 'indoor' de cannabis ha experimentado un notable crecimiento. Este fenómeno se ha convertido en uno de los principales problemas de la provincia, junto a Granada, en lo que respecta al narcotráfico, a pesar de una reducción en el número de procedimientos judiciales por tráfico de drogas en Almería.

A nivel nacional, el número de casos han crecido un 10,16%, alcanzando los 23.949 en 2023, mientras, la provincia de Almería ha experimentado un descenso notable, pasando de 430 procedimientos en 2022 a 368 en 2023. Este descenso contrasta con el aumento observado en años anteriores, cuando los casos pasaron de 414 en 2019 a 520 en 2021.

Sin embargo, los expertos advierten que esta reducción no debe interpretarse como un alivio en la lucha contra el narcotráfico. Almería sigue siendo uno de los principales territorios afectados por el cultivo de cannabis, junto a Granada. En la provincia, el cultivo de marihuana ha evolucionado hacia técnicas más sofisticadas, como el "cultivo indoor".

Este método, cada vez más extendido, ha desplazado a las plantaciones en invernaderos que solían operar bajo la fachada del cultivo industrial. Según los delegados antidroga de la Fiscalía, este tipo de producción está vinculado a otros delitos, como el fraude eléctrico, que en 2023 ha visto cómo las autoridades desarticulaban 503 enganches ilegales en Almería. Estos enganches no solo suponen un delito, sino que también provocan cortes de suministro eléctrico que afectan a los vecinos de las zonas donde se producen estas plantaciones.

Además, los clanes y organizaciones criminales dedicados al tráfico de drogas en Almería han incrementado su nivel de violencia. A menudo se intervienen grandes cantidades de armas de fuego, lo que refleja la peligrosidad creciente de estas organizaciones. La provincia no es ajena a la presencia de bandas extranjeras, como las albanesas, que han encontrado una base de operaciones para el cultivo y tráfico de cannabis.

Un claro ejemplo de la complejidad de la situación en Almería se refleja en el caso del Juzgado núm. 1 de Berja, donde se investigan más de 240 establecimientos en 31 provincias españolas tras la incautación de cannabis en gasolineras. En este procedimiento, las autoridades han intervenido dos toneladas de cogollos y más de 100 plantas de marihuana, lo que evidencia la magnitud del problema.

Uso de narcolanchas

El tráfico de hachís y de inmigrantes sigue siendo otro de los grandes retos para las autoridades. La costa almeriense se ha convertido en una de las zonas más frecuentadas por las conocidas "narcolanchas", embarcaciones semirrígidas que transportan grandes cantidades de droga desde Marruecos y Argelia.

Estas lanchas, dotadas de motores de gran potencia y tecnología avanzada de navegación, son difíciles de interceptar para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que denuncian la falta de medios adecuados para hacer frente a estas embarcaciones ultrarrápidas. En 2023, más de 230 "narcolanchas" han sido avistadas en Almería, Motril y otras zonas costeras de Andalucía, lo que pone de manifiesto la continua amenaza que representan estas organizaciones.

El uso de estas embarcaciones ha desencadenado episodios trágicos, como el asesinato de dos guardias civiles en Barbate en febrero de 2024, un incidente que también refleja la creciente violencia de estas redes criminales. A pesar de los esfuerzos por combatir este fenómeno, los narcotraficantes siguen operando con impunidad, desafiando a las autoridades y utilizando las redes sociales para mostrar su poderío.