Políticos: Dejen de hacer el mismo ridículo de una puñetera vez

Carta del director

Recinto Ferial de Almería.
Recinto Ferial de Almería. La Voz
Pedro Manuel de La Cruz
22:01 • 07 sept. 2024 / actualizado a las 22:08 • 07 sept. 2024

Dejó escrito Gerald Brenan que el Paseo de Almería era como una opera en el que cada día se representaba el mismo libreto y por los mismos actores. Lo que no sabía el bueno de Don Gerardo es que esa representación tendría sus réplicas en otras geografías y en otras actuaciones fuera de ese escenario tan familiar y que tantas acaloradas discusiones provoca.



La última puesta en escena de ese tradicional libreto ha acudido a su cita en los escenarios políticos con el último cohete de la traca final de la Feria. Todavía no se había acabado el estruendo cuando los concejales y sus Hooligans comenzaron la balacera habitual. Para el PP la de 2024 había sido la Feria más ordenada, segura, participativa y muy inclusiva. Para la oposición los gozos de las noches y los días habían estado muy por debajo de las sombras en unas fiestas deslucidas, sucias y caóticas. Para aquellos, casi habíamos arribado el paraíso; para estos, casi habíamos alcanzado la orilla del fracaso. Lo más interesante de todo es que, si rebuscamos en el baúl de la memoria, ese argumento lleva escrito desde mucho antes de que el bueno de Don Gerardo escribiera su Al Sur de Granada en 1957.



Para el almeriensismo tradicionalista del Paseo y sus entornos, el machadiano 'Hoy es siempre todavía' está esculpido en una mentalidad que tiene en la inutilidad su principal seña de identidad. La realidad no existe, la acomodo en función del papel que interpreto en el escenario. Si estoy en el poder, la Feria (o la Semana Santa, o la Navidad o San Juan, o lo que sea, todo) ha alcanzado el nivel de excelente; si, por el contrario, el papel que los electores me han concedido es el de estar en la oposición, cualquier actividad colectica organizada se despeña  del fracaso.



Y de lo que no se dan cuenta, ni unos ni otros, es de que el público que asiste a la misma representación año tras año y actividad tras actividad desde la sala de butacas de los medios de comunicación (los ultrasur habituales al vertedero de las redes sociales no tienen remedio, regresarán cada vez a sus mismas deposiciones), esos espectadores no contaminados, que son la mayoría, cada vez van dejando más vacío todo el teatro.



Decía Antonio Gala que no se ama un paisaje, lo que amamos, lo que añoramos, lo que guardamos en la memoria de los recuerdos felices es el momento en el que fuimos felices en ese paisaje.  Déjense ya de tanto tópico y tanta tontería y guárdense sus esfuerzos para empeños más productivos para los ciudadanos y las ciudadanas que les han votado y les pagan la nómina.



Cada uno cuenta la feria como le ha ido. Todo lo demás son fuegos de artificio que, si atraen la admiración por su belleza en el epilogo de la fiesta, convierte en ridículos a quienes los encienden ignorando que hay cosas más importantes en las que proyectar sus esfuerzos. Y es que ya lo cantaba La Lupe: para muchos políticos, lo suyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro. Aprendan de una puñetera vez, que los ciudadanos no son tontos.    





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