Prensa, postales y loterías: la supervivencia de un quiosco en Almería

Fina Roldán, dueña del único quiosco de prensa del Paseo, explica los retos que enfrenta

El quiosco de Fina Roldán, situado en el Paseo de Almería, a la altura del Hotel Costasol.
El quiosco de Fina Roldán, situado en el Paseo de Almería, a la altura del Hotel Costasol. Mohamed Ezzizaoui
Mohamed Ezzizaoui
12:57 • 13 sept. 2024 / actualizado a las 13:09 • 13 sept. 2024

Los quioscos de prensa se han vuelto una rareza. Lo que alguna vez fue un negocio floreciente en cada esquina, hoy apenas se encuentra en pie. Pero lo más difícil no ha sido solo hallar esos quioscos que aún resisten, sino conseguir que alguien hablara sobre la situación actual del gremio. En la mayoría de los casos, la simpatía ha destacado por su ausencia por parte de los propietarios, poco dispuestos a hablar sobre sus dificultades y el futuro incierto.



Sin embargo, Fina Roldán ha sido la excepción. Propietaria del quiosco ubicado en el Paseo de Almería, frente al Hotel Costasol, ha sido la única persona que ha abierto sus brazos y ha aceptado contar su historia a LA VOZ. Y su relato es tan apasionante como la lucha diaria que enfrenta.



En pleno Paseo de Almería aún se erige uno de los pocos quioscos que mantienen viva la tradición de vender prensa y revistas diarias. Al frente de este negocio familiar, Fina Roldán lleva 30 años de historia, resistencia y adaptabilidad. En una época donde la digitalización avanza y el consumo de papel disminuye, Fina sigue firme al pie del cañón, compartiendo su experiencia de cómo sobrevive su quiosco en un mundo en el que la tecnología ha cambiado las reglas del juego.



"Nosotros llevamos 30 años en el quiosco", comenta con orgullo Fina. "Las cosas han cambiado porque cuando cogimos el quiosco se vendía muchísimo. Desde que apareció internet y demás, las ventas han ido disminuyendo. La tecnología va avanzando y nosotros vamos quedando obsoletos, pero bueno, vamos sobreviviendo", explica con resignación y determinación al mismo tiempo. En sus palabras se percibe el peso de la transformación del sector, pero también una clara voluntad de adaptación.



Para ella, la clave ha sido no bajar la guardia y mantener el espíritu de lucha: "Nos ha tocado adaptarnos a la nueva realidad tirando hacia adelante. No podemos bajar los brazos", explica. Sin embargo, confiesa que el cambio no ha sido fácil. Las colecciones y las revistas, que antes llenaban los escaparates y las estanterías, ahora encuentran cada vez menos compradores.



Un nuevo tipo de cliente



A pesar de la caída en la venta de prensa, Fina ha sabido adaptarse a las demandas del mercado. "Ahora mismo se están vendiendo muy bien los libros de colecciones y los audiocuentos para niños", comenta con entusiasmo. Sin embargo, añade que esta tendencia también es pasajera: "Todo eso se está vendiendo con alegría, pero luego se parará y quedarán uno o dos. Las colecciones son eternas y, además, ni los bolsillos ni las casas están preparadas para albergar tantas figuras".



"El tipo de clientes que suele venir más son los que compran el periódico diario, aunque eso cada vez es menos común. También vienen turistas a quienes les gusta el papel, porque lo disfrutan de otra manera, dicen que no es lo mismo que leer en digital", reflexiona Fina sobre los clientes que recibe.


Aún así, la venta de prensa diaria ha dejado de ser la principal fuente de ingresos del quiosco. Para compensar, han ampliado su oferta con productos como caramelos, chicles y agua, y han incorporado souvenirs y postales de Almería, que atraen tanto a los almerienses como a los visitantes. "Tanto a la gente de aquí como a los que vienen de fuera les gustan las postales y los imanes de frigorífico. Aunque no es para tirar cohetes, es algo que suma", añade.


Otro pilar importante para el negocio son las Loterías y Apuestas del Estado. "Gracias a Dios, todo lo relacionado con las loterías funciona muy bien", asegura Fina, reconociendo que este servicio se ha convertido en una fuente esencial de ingresos para el quiosco.


A pesar de los retos, Fina no pierde la esperanza y se aferra a su quiosco como a una parte importante de la vida cotidiana de Almería. En sus palabras se siente el peso de la nostalgia, pero también la firmeza de quien se niega a rendirse.


En un mundo donde lo digital domina, Fina Roldán representa a todos aquellos pequeños comercios almerienses que luchan por sobrevivir en medio del cambio. Su quiosco, un pequeño oasis de prensa, colecciones y souvenirs, sigue resistiéndose y adaptándose a los tiempos, pero sin perder su esencia.


Temas relacionados

para ti

en destaque