Hace ya más de nueve meses que Alejandro, un niño almeriense de 10 años, fue ingresado en el Hospital Universitario Torrecárdenas debido a su grave estado de salud causado por la leucemia que le fue diagnosticada hace ya dos años. Desde entonces no ha vuelto a casa y apenas ha podido tener contacto con nadie del exterior ya que sus defensas están bajo mínimos y cualquier contagio podría resultar fatal. La inconfundible imagen de sus bracitos abrazando un panda de peluche han dado la vuelta a toda España y sus padres han aparecido en decenas de ocasiones rogando a la ciudadanía un poco de solidaridad y que se hiciera ese mínimo esfuerzo de donar médula ósea para salvar la vida, no sólo de su hijo, sino la de cualquier persona en el mundo que la necesite.
El estado del pequeño está empeorando, los tratamientos ya no generan el mismo efecto. Por ello, se busca a una persona cuyo HLA (Antígeno Leucocitario Humano) sea al 100% compatible con el niño. Sin embargo, este todavía no ha aparecido, y es que las posibilidades de compatibilidad se reducen a una de 4.000 y las listas de donantes son muy cortas.
Al 50%
Ante esta situación, los médicos del hospital de referencia de la provincia recurrieron a un tratamiento donde el donante era su propio padre. En este caso, la compatibilidad es siempre del 50%, por lo que el trasplante podía salir simplemente bien o mal. “Al principio parecía hacerle efecto y que estaba mejorando, pero luego ocurrió todo lo contrario. Su cuerpo rechazó las células madre de su padre”, cuenta apenada María Luisa, la madre del pequeño Alejandro.
Si bien, la madre dice encontrarse ante una situación injusta, provocada por una eterna confusión que nadie se ha parado a explicar y un nombre que no ayuda a que aumenten las listas de donantes de médula ósea.
Eterna confusión
Gran parte de la sociedad confunde la médula ósea con la médula espinal, cuando una no tiene nada que ver con la otra. La médula ósea es lo que vulgarmente se conoce como el tuétano de los huesos, y la manera de extraerlo es la misma que se usa para donar sangre, en ese caso se trata más de una ‘trasfusión’ que de un ‘trasplante’. “La gente se horroriza cuando escucha ‘trasplante de médula’. Es normal, es un nombre muy tétrico que ahuyenta a las personas, y más si desconocen la diferencia entre la médula ósea y espinal”, explica la madre del niño ingresado.
Se debe saber que donar médula ósea es totalmente indoloro y el donante no sufre ningún efecto secundario ya que las células madre, que es lo que realmente se extrae se regeneran de forma natural. Además, esta es la única donación, además de la de sangre, que se puede hacer en vida y se puede realizar más de una vez.
Requisitos
Son muy pocos los requisitos con los que se ha de cumplir para ser donante y salvar vidas. Se debe tener entre 18 y 40 años, pesar más de 50 kilos y estar completamente sano. El siguiente paso es firmar un consentimiento en el que se ofrecerán algunos datos del historial médico y el último paso es someterse a una extracción de una muestra de sangre para reconocer el perfil de compatibilidad de HLA. Si el perfil es compatible con algún paciente, el donante será llamado para hacer la donación.
En Almería basta con acercarse a uno de los hospitales de referencia e indicar que se quiere hacer una donación de médula ósea. “A más donantes, existen más posibilidades de salvarle la vida a alguien, no solo a mi hijo. La gente debe entender que ese gesto de solidaridad podría ser el salvoconducto que podría devolverle la vida a una persona”, concluye María Luisa, la madre.
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