La jubilación de un policía ejemplar en Almería

Es la persona que más tiempo ha vestido el uniforme: 45 años y 3 meses

Nicolás Yedra en LA VOZ-Cadena SER y en sus años de servicio con Arnold Schwarzenegger y su Yamaha Fazer 600.
Nicolás Yedra en LA VOZ-Cadena SER y en sus años de servicio con Arnold Schwarzenegger y su Yamaha Fazer 600. La Voz
Carlos Miralles
20:48 • 13 oct. 2024

Después de 45 años y 3 meses de servicio ha llegado la jubilación. Se trata del Policía Local que más tiempo ha vestido el uniforme en Almería. Eso sí, ya está echando de menos subirse a la moto y velar por la seguridad de los ciudadanos. Nicolás Yedra García (13/9/1959), ha sido -y es- uno de los miembros de la Policía Local más queridos y reconocidos. Desde que se montó en su Ducati Strada en la década de los 80 ha vivido de todo, desde persecuciones a llevar a los equipos de Primera y Segunda División al Estadio Mediterráneo, donde la UD Almería le entregó el pasado mes de mayo una placa para rendirle homenaje por sus casi veinte años siendo responsable del dispositivo.



En el acto estuvieron presentes varios compañeros de Nicolás; la concejala de Seguridad Ciudadana, María del Mar García Lorca; la Intendente Principal de la Policía Local de Almería, Carmen María Martínez; el director de organización del club, Mostafa Yilmaz, así como el inspector de la Policía Nacional, Manuel Fernández Garrido, que es el coordinador de Seguridad de los partidos, y el director de Seguridad del club, Manuel Martínez.



Su vida



Pero la historia de Nicolás Yedra empieza mucho antes. Hizo la EGB en el Colegio de San Pío X y después pasó al Nicolás Salmerón. En 1979 “mi madre dijo que me preparara unas oposiciones, y salió lo que por aquel entonces era Policía Municipal. Realicé las pruebas y aprobé”, cuenta a LA VOZ y Cadena SER. Los primeros servicios fueron de paisano acompañado por un superior: “Los trajes los hacían en una sastrería, así que tardaban un poco. Recuerdo que los primeros venían de la calle las Tiendas y luego de calle Granada”. A modo de anécdota, cuando él entró en el cuartel “solo había cuatro vehículos”.



Suceso



En los años 80 pasó a ser conductor de coche patrulla. “Ya me dieron mi traje y subía en el Renault 4L a transitar por la ciudad”. Poco después cambió el coche por la moto. Y aquí uno de los momentos de mayor estrés de su vida recogido en LA VOZ de Almería por José Ángel Pérez. El 2 de abril de 1985 “un patrullero del 091 recorría las calles de Pescadería. De pronto, uno de los agentes observó en la carretera de Málaga un desvencijado Seat 127 ocupado por seis personas, que le infunde sospechas e insta a su compañero a identificar a las personas que van dentro”.



“En el vehículo cuatro hombres y dos mujeres, cuando súbitamente dos ellos salieron del coche y sin mediar palabra atacaron a los policías arrebatándoles las armas. Se metieron en el coche comenzando a circular temerariamente por el laberinto de calles de la barriada. El patrullero salió en persecución por la calle Cordoneros mientras el conductor fugado esquivaba peatones y ciclomotores sin respetar señales ni otras indicaciones. Los agentes cruzaron el patrullero en mitad de la calle e iniciaron a pie la persecución, ya que el Seat 127 entró en una calle con salida complicada”.



Protagonistas

Y entonces, “una patrulla de la Policía Local hizo acto de presencia. Los motoristas desconocían la situación, viéndose encañonados por los delincuentes con las pistolas robadas a los policías nacionales”. Los motoristas eran Nicolás Yedra García y Diego Miguel García Rodríguez. Dos fugitivos huyeron a pie por la calle Puntal desprendiéndose de la escopeta recortada mientras que los cuatro ocupantes del Seat 127 escapaban enfilando la carretera de Aguadulce. Un control de la Guardia Civil bloqueó la salidas e interceptó al Seat 127. Los dos fugados llegaron a Adra, fueron a una vivienda de la calle Brasil sin saber que 24 guardias civiles estaban colocándose estratégicamente para actuar. 


Tras la orden del teniente Pedro Alías, tres mujeres y dos hombres salieron de la casa sin oposición. Mientras se hacía el registro, en uno de los dormitorios fueron recibidos a tiros por los dos fugitivos, que se habían ocultado entre unos muebles. En el cruce de disparos, murió uno de los delincuentes, Juan González Galera, y resultó herido grave el teniente Pedro Alías, con cinco balazos en el pecho pero no le afectaron al llevar chaleco. 


Reconocimiento

Volviendo a la vida de Nicolás Yedra, el 18 de abril de 1985 fue reconocida su actuación junto a Diego Miguel García por el Excelentísimo Gobernador Civil de la Provincia, “por su actuación cuando al observar la anómala situación en que se encontraba la dotación de un vehículo Z de Policía Nacional, intimidada por dos peligrosos delincuentes, no dudaron en acudir en su auxilio inmediatamente, aun a riesgo de exponer su integridad física, demostrando posteriormente una gran capacidad de análisis en su forma de actuar, ya que el comportarse de manera diferente hubiera supuesto un grave peligro para los ciudadanos presentes”. Firmado: Tomás Azorín Muñoz.


Carrera

Antes de aquel incidente en las calles de Pescadería, Nicolás ya había pasado a estar a cargo de los eventos que se desarrollaban en Almería, una labor que desempeñó desde los 80 hasta su jubilación el pasado 13 de septiembre de 2024. “Procesiones, cabalgatas, ferias, maratones, partidos de fútbol… El equipo de motoristas se encargaba de supervisarlo todo. Por ejemplo, en Semana Santa la gente nos ve por delante de los pasos, pero hay muchas horas de trabajo detrás. Controlas el tráfico, la zona por la que acceden los servicios de emergencias en caso de que sea necesario, controlar que todo esté en orden…”.


También echa la vista atrás con “aquellas Ferias que se hacían en el Puerto de Almería y cuando la rambla no estaba soterrada. Había una pequeña pista de autoescuela y los coches aparcaban allí. En el 98 derribaron el edificio Trino y se montó otro dispositivo importante por la gasolinera y la cantidad de almerienses que bajaron a presenciar la voladura”. Desde su moto ha comprobado “el crecimiento de la ciudad en todos los sentidos”.


Trabajo

Cuando pasó a ser Oficial de la sección de Motoristas de la Policía Local contaba con un grupo de 24 trabajadores. “En aquel tiempo hacíamos de escolta para las visitas de los Reyes de España y del presidente del gobierno. Íbamos al aeropuerto y al lugar que correspondiera. Eso ya se fue perdiendo con los años”, señala Nicolás Yedra. Una de las muchas fotos que tiene en su álbum es con el actor Arnold Schwarzenegger cuando visitó tierras almerienses. La trayectoria de Nicolás está llena de capítulos emocionantes y siempre sobre dos ruedas.


Deporte

Le encanta el deporte y cuando el Almería aún competía en el Juan Rojas, “teníamos que regular el tráfico y reservar espacio para ambulancias y servicio de bomberos. Recuerdo que en un derbi contra el Poli Ejido vino la caballería y colocamos los autobuses en Torrecárdenas para bajar a los aficionados visitantes escoltados hasta el fondo sur”.


Cuando pasaron los Juegos del Mediterráneo 2005 entró en vigor una nueva ley que obligaba a la protección de equipos, árbitros y aficionados. Nicolás Yedra, una persona con tanta experiencia en eventos deportivos y sociales, empezó a mantener reuniones para organizar los primeros dispositivos en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía. “Los clubes nos pasaban el plan de viaje y nosotros nos encargábamos de la regulación del tráfico y los acompañábamos en cualquier desplazamiento por la ciudad”.


Seguridad

Destaca Nicolás que “todo lo que tiene que ver con el exterior del Mediterráneo durante una jornada de Liga depende de la Policía Local, como la venta ambulante, el tráfico, reventa de entradas… Hasta si en un momento la seguridad requiere que se haga un control a algún aficionado contamos con un etilómetro”. El almeriense ha desempeñado esta labor durante casi 20 años. Su último trayecto en moto hacia el Mediterráneo, una Yamaha Fazer 600, fue en mayo con motivo del Almería-Cádiz.


Reconocimientos

Pero la carrera de Nicolás Yedra también cuenta con más distinciones y condecoraciones además de la de aquel acto de 1985. En 2004 se le concedió la medalla al Mérito Profesional, en su categoría de Plata, “que han evidenciado una constante entrega y dedicación en el cumplimiento de los deberes de su empleo y cargo, sin constar en su expediente personal anotación por falta grave o muy grave”. En 2009 fue felicitado por sus destacados y relevantes actos durante la prestación de servicio por la concejala María Muñiz. Pero hay más, ya que en 2014, por su nivel y capacidad, recibió una carta de agradecimiento por parte del alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, por su brillantez y eficacia en la Feria y Fiestas en Honor a la Virgen del Mar.


Otro momento emotivo llegó en 2015 con la concesión de Medalla al Sacrificio en su categoría de Plata por concurrir en su expediente personal cinco felicitaciones públicas concedidas por la Junta Local de Gobierno. 


Violencia de género

Otro punto que destaca Nicolás Yedra es su trabajo en ‘Violencia de Género’ en cuanto se firmó el convenio entre el Ayuntamiento y el Ministerio del Interior. Durante diez años, hasta su jubilación, era una de las personas que se encargaba de dar protección a las víctimas que entran en el programa. Hay distintos niveles: no apreciable, bajo, medio, alto y extremo, y dependiendo del grado de peligrosidad se monta el servicio. “Si fuese extremo, cuentan con un coche patrulla las 24 horas, aunque ya esos casos los lleva la Policía Nacional”.


“Cuando yo estaba tenía de servicio a dos policías más a mi disposición y entre los tres nos hacíamos cargo. La misión era darle protección, contactar con ellas, acompañarlas para ir al juzgado o al médico, por ejemplo. Periódicamente le hacíamos una entrevista por si había visto algo raro y dependiendo de ello se sube el nivel de la escala o se baja”, refleja Nicolás.


Mucha historia

A principios de los 80 entró en la Policía Local, se subió a un Renault 4L y después a una moto, aquella Ducati Strada, y desde entonces siempre ha desempeñado su labor sobre dos ruedas. De hecho, la última ha sido una Yamaha Fazer 600, de la letra C: “Llegaban nuevas motos, incluso llegaba a probarlas, pero a mí me gustaba esa”.


Un policía ejemplar que cuelga el uniforme después de 45 años y 3 meses de servicio.


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