Ponía de manifiesto el coronel Jorge Moreno, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, el importante incremento de la ciberdelincuencia y la dificultad para luchar contra ella durante los actos del pasado 12 de octubre.
Si esto es algo que ya notamos cualquiera con las continuas llamadas en las que nos cuentan que hemos sido seleccionados para un empleo para el que nunca concurrimos; el operador energético que te quiere cambiar de compañía; los mensajes de la supuesta DGT con el enlace para que pinches y des tu número de cuenta; o el tradicional paquete que te está esperando; lo cierto es que en los últimos tiempos parecen que los ‘cacos’ digitales y telefónicos se están cebando con el Ayuntamiento de Almería o, al menos, servicios relacionados con ellos.
El último en sumarse ha sido el transporte colectivo de viajeros. Publicaba hace unos días Surbús, y lo compartía también el propio Consistorio, que estaba circulando por Instagram una publicación en la que se explicaba que había una tarjeta muy barata y, claro, ‘fake’, tal y como se apresuró a explicar la concesionaria.
Texto
“Una gran oportunidad en Almería. Surbus lanza una nueva tarjeta anual de transporte y está en preventa: ¡solo 500 tarjetas a un precio especial de 2,95 euros! Con esta tarjeta disfrutarás de viajes ilimitados en todos los medios de transporte público de Almería durante un año”, rezaba la publicación. Evidentemente era “un fraude” y así se lo explicaron desde la empresa.
Hay que tener en cuenta que este intento de fraude se suma a la suplantación de la identidad de la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, en una página de Facebook que publicó en sus historias un mensaje instando a los almerienses que tuvieran problemas económicos a ponerse en contacto con ellos, jugando con los sentimientos (y puede que el dinero) de aquellos que se fiaron de la que creían que era la regidora de su ciudad.
Pero el primer amago de intentar cometer un fraude usando el nombre del Ayuntamiento se produjo en el mes de julio. Fue entonces el propio Consistorio quien hizo público que alguien, haciéndose pasar por un técnico del área de Comercio de la ciudad, había llamado en varias ocasiones a un establecimiento asegurando que debe renovar su licencia de actividad y requiriéndole documentación. Una licencia, que según explican fuentes municipales, no necesita renovación y, ante la posibilidad de que se pudiera extender a otros comercios, se optó por dar la voz de alerta a través de las redes sociales para que nadie cayera en este fraude.
Habrá que esperar para ver si esto se repite.
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