Mohamed Ezzizaoui
20:17 • 23 nov. 2024
Las obras del AVE en Almería, tan esperadas como necesarias, están dejando una estela de perjuicios económicos y logísticos en la Avenida Sierra Alhamilla. Desde el pasado 22 de mayo, cuando los cortes redujeron los dos carriles de circulación a uno solo en dirección al Puerto de Almería, la vida comercial de esta vía estratégica se ha transformado en una pesadilla.
No obstante, los negocios locales, gasolineras, talleres y lavaderos de coches, acostumbrados a recibir una constante afluencia de clientes, se han visto cómo sus ingresos se desploman drásticamente cuando cerraron definitivamente los accesos y la circulación en la misma avenida. El motivo principal es la limitación de los accesos, que obliga a los conductores a realizar rodeos considerables o, en muchos casos, a desistir de llegar a sus destinos.
Pérdidas económicas
Francisco José Cirera, dueño de la tienda Agro Almería de Repuestos, S.L., explica cómo las obras han complicado el funcionamiento de su negocio, dedicado a la venta de suministros industriales. Según Cirera, los cortes a lo largo de Sierra Alhamilla no solo afectan a los clientes, que tienen dificultades para llegar, sino también a los empleados. "Es difícil incluso para nosotros acceder a la tienda. Al principio ADIF y Sacyr nos escucharon en reuniones y colocaron algunos carteles, pero hace tiempo que dejaron de tenernos en cuenta. La última vez nos cortaron la calle sin previo aviso, lo que fue un golpe más para nuestra actividad", comenta.
El panorama no es mejor para otros establecimientos, como la Estación de Servicio La Torre, donde María Teresa Morales trabaja. Desde hace un año, el acceso se ha complicado cada vez más, pero los problemas han alcanzado su punto álgido en la última semana. "Los operarios cortan directamente el tráfico hacia la gasolinera, y aunque algunos clientes consiguen dar la vuelta para entrar por otras rutas, muchos se rinden y no vuelven. La afluencia que teníamos antes ha caído de forma notable, y aunque no llevo las cuentas, sé que las ventas han bajado muchísimo”, detalla Morales.
La situación no solo golpea a los negocios; también genera incomodidades para los clientes habituales. Es el ejemplo de María del Pilar Aguilera, taxista y usuaria de los servicios de la gasolinera, expone las dificultades que enfrenta en su día a día. "Para limpiar el coche tengo que dar una vuelta enorme, porque están cortados ambos extremos de la avenida. Esto no solo me hace perder tiempo, sino que también afecta a mis clientes, ya que las carreras se alargan y eso es incómodo para ellos", señala.
Peticiones de ayuda
Vicente Morales, propietario del Autolavado 322, es otro de los más afectados. Desde que comenzaron las obras, ha perdido entre un 60% y un 70% de su facturación, según comenta. Antes, su negocio tenía entre seis y siete accesos disponibles; ahora, solo cuenta con uno, lo que limita severamente su capacidad de recibir clientes.
"No quiero que me den dinero, pero al menos podrían ayudarnos con descuentos en impuestos, como el IBI o la tasa de basura. Es lo mínimo, considerando que las obras están afectando nuestra capacidad de subsistir", comenta Morales con preocupación.
Los empresarios de la zona coinciden en que el impacto económico es insostenible. Las caídas en ventas, la pérdida de clientes y las crecientes dificultades logísticas están llevando a algunos negocios al límite de su viabilidad.
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