Las celebraciones navideñas, además de ser una época de unión familiar y festividades, parecen estar estrechamente vinculadas a un aumento significativo en los embarazos, según explica el Dr. Miguel Asensio, ginecólogo del hospital Vithas Almería. Este fenómeno, avalado por diversos estudios internacionales, resalta la influencia de factores culturales y emocionales en las tasas de concepción.
El estudio publicado en la revista Journal of Family Practice revela una clara estacionalidad en las concepciones, destacando un pico importante durante los meses de diciembre y enero. Esta tendencia, señala el Dr. Asensio, no es solo un dato curioso, sino una evidencia del impacto de los cambios en el estilo de vida durante las festividades.
Un propósito a largo plazo
La Navidad es una época de unión y de celebración, prueba de ello es que durante estas fiestas en los meses posteriores a las festividades se produce un aumento en la tasa de gestación. Esto se debe a factores socioculturales y biológicos que influyen en la concepción "la Navidad genera un ambiente de celebración, alegría y cercanía familiar, y junto con las festividades de Año Nuevo, suelen ser momentos de reflexión y de hacer nuevos planes. Muchas parejas deciden tener hijos como parte de estos propósitos a largo plazo", explica el Dr. Asensio. Además, el tiempo libre y el clima frío favorecen la relajación y la calidad del tiempo en pareja, aumentando la intimidad y, en consecuencia, las tasas de concepción.
"Las navidades son un periodo especial en el que las parejas tienen más tiempo para compartir, desconectar de las rutinas laborales y disfrutar de momentos íntimos. Además, el ambiente emocionalmente cálido y las celebraciones pueden actuar como catalizadores naturales para que muchas familias decidan ampliar su núcleo", explica el doctor.
La Navidad, un momento único para disfrutar de un embarazo
El Dr. Asensio también destaca que la Navidad puede ser un momento único para disfrutar del embarazo, siempre y cuando se sigan algunas pautas clave, entre ellas se encuentran el mantener una dieta equilibrada, "aunque la Navidad puede estar llena de tentaciones, es necesario continuar con una dieta equilibrada, buena hidratación y ejercicio acorde a las semanas de embarazo", señala el ginecólogo.
Durante las comidas navideñas, es importante moderar el consumo de alimentos procesados y con alto contenido de azúcar, así como evitar los alimentos crudos, embutidos, productos ahumados o patés. Sin embargo, el jamón ibérico con una curación mayor a 24 meses o quesos pasteurizados son aptos para el consumo durante el embarazo.
Por otro lado, es importante controlar las raciones y mantener actividad física, "lo ideal sería comer en menor cantidad, pero repartir las comidas en cuatro o cinco veces al día, acompañadas de ejercicio diario de unos treinta minutos como caminar, pilates o yoga, siempre evitando actividades de alto impacto".
La Navidad también es una época de desplazamientos por lo que el doctor insiste viajar con precaución. “El embarazo no es un inconveniente para viajar siempre que no exista ninguna patología y tengamos un buen seguimiento con nuestro ginecólogo", recuerda el Dr. Asensio. Para quienes planeen desplazarse, es fundamental beber agua durante el trayecto, descansar y estirar las piernas cada dos horas en viajes en coche, o caminar frecuentemente por el pasillo en tren o avión.
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