Dentro de La Legión: Así se preparan para liderar la misión de la OTAN

Apoyado en la ametralladora instalada en el punto más alto del VAMTAC, el soldado observa fijamente las sombras que se deslizan en las montañas de Sierra Alhamilla. Su misión es clara: vigilar y asegurar el terreno, en un ejercicio que simula los desafíos que enfrentarán los legionarios en su próxima misión. Mientras tanto, en un escenario que recrea una ciudad tomada por el enemigo, un binomio se mueve en silencio, haciendo blanco sobre objetivos que emergen de puertas y ventanas. Al caer la noche, las tiendas de campaña en ristre en el puesto de mando ofrecen un respiro efímero, mientras el frío serrano cala en los huesos. Todo es preparación: cada maniobra, cada disparo y cada orden son pasos hacia el destino que les aguarda más allá de las montañas, en el flanco oriental de Europa, donde La Legión estará destacada durante un mes.

Desde el pasado 11 de diciembre, la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, con base en Álvarez de Sotomayor, no ha descansado. Día y noche, sus unidades se adiestran en maniobras de combate diseñadas para pulir cada movimiento. Es un ritmo frenético, pero necesario, ya que en el primer trimestre de 2025, los legionarios de Almería asumirán un papel clave en el despliegue de la Allied Reaction Force (ARF) de la OTAN. Su misión en Rumanía no solo consistirá en participar, sino en abrir y cerrar la misión. "Una misión como esta es un reto importante. Ser los primeros en llegar significa establecer las bases de todo el operativo, desde la logística hasta la coordinación con las fuerzas aliadas", explica el Teniente Coronel Puertas, un almeriense de rostro amigable que dirige en las maniobras a sus hombres de la VIII Bandera 'Colón' y que cuenta con varias misiones internacionales a sus espaldas. "Tengo dos en Afganistán, un Líbano, un Irak y un Mali".

Para el nuevo modelo de la OTAN, la ARF desempeña un papel crucial para el concepto de disuasión y defensa del Espacio Eroatlántico. Un enfoque innovador que implica un despliegue de fuerzas multidominio de forma inmediata. “El espíritu expedicionario de La Legión encaja perfectamente con esta misión. Estamos acostumbrados a desplegarnos rápidamente, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Es lo que define a nuestra unidad.”, detalla el Tecol. Puertas protegiendo sus manos del frío dentro el chaleco táctico.

En Rumanía, el trabajo conjunto del grupo táctico de unas 500 personas que se desplegará sobre el terreno será clave, especialmente porque el desafío no solo reside en estar operativo para el combate, sino también gestionar las condiciones climáticas extremas y la logística a gran escala. Unidades de Infantería, Caballería, Artillería de campaña y antiaérea, Zapadores o Logística repiten sus maniobras día y noche en escenarios que replican escenarios reales. "Queremos estar preparados, esta misión presenta un nuevo reto", sostiene el oficial. En sus palabras se vislumbra optimismo y responsabilidad. Para el Tecol. Puertas, la planificación es crucial en este tipo de despliegues, "cado uno tiene que estar coordinado y los recursos llegue a tiempo y en las cantidades necesarias".

Winterizción y fuego real

En la historiografía militar, el frío ha demostrado ser uno de los enemigos más implacables, capaz de frenar ejércitos y poner a prueba hasta a las fuerzas más preparadas. Para los legionarios de la Brigada Rey Alfonso XIII, mantenerse completamente operativos significa no solo enfrentarse a un posible enemigo, sino también al clima. En las maniobras de estos días, el Teniente Coronel Puertas ha puesto el foco en lo que define como 'winterización', un proceso esencial para adaptar tanto al personal como al equipo a las exigencias del invierno rumano. "Todos los vehículos deben llevar cadenas, ruedas de invierno y anticongelante", explica Puertas, mientras supervisa las preparaciones. En paralelo, los legionarios han recibido uniformes tácticos diseñados para soportar temperaturas extremas, garantizando que el frío no sea un obstáculo en el cumplimiento de la misión.

En los intensos entrenamientos previos al despliegue en Rumanía, los legionarios de la Brigada Rey Alfonso XIII han perfeccionado una serie de ejercicios clave que son esenciales para su preparación operativa. Entre ellos, los ejercicios con fuego real, donde las tropas simulan situaciones de combate reales, exigiendo máxima precisión y coordinación bajo presión. La utilización de drones potencian sus capacidades de reconocimiento. Además, los ejercicios con la unidad canina refuerzan la seguridad, con los perros entrenados para detectar explosivos y colaborar en rescates, lo que aumenta la efectividad operativa de las unidades terrestres. Por último, los ejercicios en agua, fundamentales para operaciones anfibias, entrenan a los soldados en maniobras de navegación y desembarco, garantizando su preparación ante cualquier reto.

Hace unos días, la base almeriense de Álvarez de Sotomayor recibió la visita del General de las Ratas del Desierto del ejército británico, quien ostenta el mando del componente terrestre de las fuerzas de respuesta de la OTAN. Su visita tenía como objetivo supervisar los ejercicios realizados por la Brigada de La Legión Rey Alfonso XIII en preparación para la misión en Rumanía. Tras observar de cerca las maniobras y evaluar el nivel de preparación de las unidades, el general expresó su satisfacción con el alto nivel de adiestramiento alcanzado por los legionarios, destacando la eficacia y profesionalismo demostrados. Este respaldo subraya la importancia de la misión y refuerza la confianza en la capacidad de los soldados almerienses para afrontar los retos que les esperan en el flanco oriental de Europa.