Condenado a 14 años por abusos sexuales a su hijastra, menor y con discapacidad

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado una condena de 14 años y seis meses de cárcel para un vecino de Almería acusado de un delito de abusos sexuales continuados sobre la hija de su compañera sentimental, menor de edad y con una ligera “disfunción cerebral”.

El auto del TS, al que ha tenido acceso LA VOZ, desestima el recurso de casación presentado por el imputado y ratifica la sentencia dictada en junio del año pasado por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería (el procedimiento se instruyó en los Juzgados de Vera en 2012).

Según los hechos probados, los abusos se remontan al periodo comprendido entre 2008 y octubre de 2009. El condenado mantenía una relación sentimental “análoga a la matrimonial” con la madre de la víctima. Vivían en el mismo domicilio junto a dos hijos menores de edad, uno de ellos la propia víctima, según el relato judicial.

Sorprendido por la madre La niña tenía entonces entre 14 y 15 años. “Para satisfacer sus deseos sexuales, en el verano de 2009, cuando estaba sentado en el sofá del salón, solos los dos, se abrazó a ella”, inician los hechos probados de la sentencia.

Según las declaraciones aportadas al procedimiento, durante el periodo mencionado se produjeron, al menos, cuatro casos de abusos sexuales consumados de un modo y otro. En el último de los acreditados, la madre de la menor entró en la habitación de la vivienda y sorprendió a su pareja con los pantalones bajados, sobre la niña, intentando forzarla sexualmente.

El tribunal de la Audiencia Provincial de Almería consideró el testimonio de la niña “claro y contundente en lo esencial”. Considera igualmente que se aprovechó de su “ascendencia”, de su “mayor fortaleza física” y de las “limitaciones de ella”.

Recurso El TS estimó esta versión, a pesar de los argumentos esgrimidos por la defensa en el recurso de apelación, que ponía énfasis en unas supuestas contradicciones en la declaración y en la ausencia de muestras biológicas inculpatorias, según su versión (no se hallaron rastros de ADN en las exploraciones efectuadas).
Dos médicos forenses examinaron a la niña para determinar los daños sufridos durante los abusos.

Un tribunal de la Sala de lo Penal, presidido por el magistrado José Ramón Soriano, examinó los tres motivos alegados por la defensa del acusado y dictó auto de desestimación. Confirma así una condena de 14 años y seis meses de prisión por abusos sexuales continuados.

Mantiene también la orden de alejamiento y la prohibición de comunicaciones durante un periodo de 24 años, así como el pago de una indemnización por daños morales ocasiones de 30.000 euros más los intereses legales del periodo transcurrido desde los hechos.