La Sala de lo Penal de Tribunal Supremo (TS) ha condena a siete miembros de una red acusados de transportar 2,6 kilos de cocaína desde países latinoamericanos. Los imputados suman una condena total de 21 años de cárcel y fueron cazados in fraganti en controles realizado en el Aeropuerto de Barajas o durante el desplazamiento hasta la provincia de Almería.
El destino de la droga, con una pureza muy alta, por encima del 80 por ciento en algunas partidas, era Roquetas de Mar. Las ‘importaciones’ se produjeron en un plazo de media año entre finales de 2010 y principios de 2011.
El primer alijo data de octubre de 2010. Una joven usada como ‘mula’ cargó 850 gramos de cocaína en un trayecto entre Sao Paulo (Brasil) y Madrid con escala en Zurich (Suiza). Los agentes de la Policía Nacional encontraron en su organismo más de medio kilo de cocaína, además de otros paquetes de menor tamaño ocultos en el equipaje. En aquella intervención fueron arrestados dos ciudadanos subsaharianos que esperaban a la mujer en Madrid para escoltarla hasta Roquetas de Mar y evitar así su fuga.
Dos meses más tarde, la operación se repitió con la misma cantidad. Un avión llegado desde Buenos Aires (Argentina) dejó en tierra a dos jóvenes cargados con varios paquetes de cocaína. El estupefaciente estaba repartido en bellotas e ingeridas. La radiografía las descubrió en el aparato gastrointestinal de los sospechosos.
En febrero de 2011 se detectó otro cargamento en un autobus de pasajeros destinado a Almería. En una parada en Iznalloz (Granada), los agentes a un ciudadano alemán y a un nigeriano con medio kilos de cocaína en un doble fondo de un bolso o maleta.
El último envío registrado a la organización fue el 9 de marzo de 2011 en la Avenida de Alicún de Roquetas de Mar. Dos sospechosos fueron interceptados con medio kilo más en dos planchas ocultas en los zapatos. La droga procedía, como en el primer caso, de un alijos de cocaína procedente de Sao Paulo (Brasil).
Hacia Roquetas
La red fue juzgada en la Audiencia Provincial de Madrid, aunque la investigación acreditó que todos pertenecían a un mecanismo de envíos de droga con destino fundamentalmente a Roquetas de Mar (capos en Las 200 Viviendas).
Ahora el Supremo convierte en firmes las condenas con penas de tres años para cada uno de los implicados. Dos de los traficantes conmutaron su paso por prisión por la expulsión del país. La droga era de gran pureza y habría supuesto ingresos millonarios
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