Almería sigue con atención la crisis entre Europa y Rusia

Ya sea en los supermercados más populares de Rusia, en la feria World Food de Moscú o en las cocinas del propio Kremlin, las hortalizas almerienses ha venido ganando terreno en el mercado ruso. La capacidad exportadora del sector hortofrutícola almeriense encontró un terreno abonado en este país de 140 millones de habitantes que está conociendo en los últimos diez años un notable proceso de evolución económica reflejada entre otras cosas, en la capacidad adquisitiva de la emergente clase media. A todo ello se ha unido, según los medios especializados de este país, una franca simpatía por España y por sus productos, que gozan de una aureola de calidad, hasta el extremo de que este destino es ya el más importante para las hortalizas españolas fuera de la UE.

Sin embargo, los nubarrones de la crisis de Crimea parecen ensombrecer las relaciones de la Unión Europea con Rusia y ensombrecer un futuro prometedor. Con todo, de momento las comercializadoras almerienses no están registrando alteración alguna en sus envíos a Rusia. Pero, no deja de mirarse con inquietud tanto la postura de la Unión europea respecto a esta crisis en lo que se refiere a posibles sanciones económicas y limitaciones en el tránsito fronterizo, así como otro aspecto relevante como es la depreciación del rublo respecto al euro y al dólar y que ha registrado una devaluación frente a la moneda europea del 20 por ciento. Esta tendencia cambiaria hace perder competitividad a los productos almeriense de manera sensible.

Para Miguel Pérez, director comercial de Coprohnijar señala como principal motivo de preocupación las consecuencias de una posible sanción económica de la UE, relegando a un segundo lugar las dificultades derivadas de la devaluación. Con todo, la cooperativa nijareña no ha detectado de momento alteración alguna en sus envíos a Rusia que este año se van a duplicar respecto al año pasado, si no se presenta un obstáculo inesperado. Coprohníjar destino al mercado ruso un seis por ciento de la producción en la campaña anterior, cifra esta que llega al 12 en la presente fundamentalmente en tomate. Pérez considera al mercado ruso como  el principal objetivo en aras del crecimiento para todo el sector,  al tiempo que subraya su importancia como elemento corrector de las tendencias a la baja generadas por la competencia de países terceros. Considera más influyentes las posibles sanciones a Rusia que la tendencia a la baja de la cotización del rublo.

En CASI,  la situación preocupa también. Sin embargo, el mercado ruso es visto desde La Cañada desde una óptica distinta, ya que la actitud agresiva en precio de los exportadores turcos que envían tomate a Rusia ha hecho que sus responsables comerciales reorienten sus esfuerzos a otros países del este donde es posible defender mejor la calidad en las cotizaciones.

Vicasol también es una de las comercializadoras almerienses que ha recorrido ya un camino importante en su relación con el mercado ruso. En la pasada campaña, un siete por ciento de su producción fue a este mercado, manteniendo sólidas expectativas en la presente para incrementar este porcentaje a la luz de sus resultados parciales.   Vicasol  fue la única empresa de Almería que estuvo presente en la edición 2013 de World Food,  la importante feria alimentaria moscovita y mantiene su decisión de repetir la experiencia este año. 

Posición
Como se ha dicho, el producto hortofrutícola  español ha alcanzado una muy buena imagen en un mercado en el