Sebastián Dormido, Doctor Honoris Causa por su labor investigadora

La Universidad de Almería celebró ayer el acto de investidura del catedrático de la UNED

El protagonista con su esposa, María Antonia y sus hijos, Raquel, Sebastián, David, Javier y Enrique
El protagonista con su esposa, María Antonia y sus hijos, Raquel, Sebastián, David, Javier y Enrique
David Estrada
20:50 • 28 mar. 2014

“La gratitud es la memoria del corazón y por eso no puedo empezar de otra forma sino expresando mi más profundo agradecimiento a la Universidad de Almería por el extraordinario reconocimiento que me ha conferido”. Estas fueron las primeras palabras del recién investido Doctor Honoris Causa  por la Universidad de Almería (UAL), Sebastián Dormido Bencomo.




Con serenidad, calma y visiblemente emocionado llegó el jerezano al auditorio de la UAL en la mañana de ayer para recibir el distintivo otorgado por la universidad de la capital. Acompañado por su fiel amigo y padrino, el también Doctor Manuel Berenguel Soria, y junto con el Claustro de Doctores, comenzó el acto ceremonial pasadas las doce del mediodía.




Después de que el Secretario General leyera el acuerdo del Claustro por el que se le concede el título de Doctor Honoris Causa, otorgado el 20 de diciembre de 2012 por unanimidad, comenzó la primera parte del acto, el elogio.




Méritos




Le tocó el turno al padrino del doctorando, Manuel Berenguel, quien agradeciendo con anterioridad al rector, Pedro Molina, por designarlo para realizar el encomio al también catedrático de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Sebastián Dormido, comenzó a destacar el extenso y distinguido currículo del investido en áreas tan extensas como la docencia o la investigación, además de la excelsa labor en el desarrollo y consolidación de la automática y la informática en el país.




Por último, Berenguel quiso destacar la fundamental labor de contribución a la promoción nacional e internacional de la Universidad de Almería.




Acto seguido llegó la segunda y tercera parte del acto, la concesión y la investidura. En ella el protagonista recibió de manos del rector el birrete y las insignias doctorales que lo distinguían como Doctor Honoris Causa.




A continuación el doctorando se dirigió al atril para agradecer su designación como Doctor. Tras hablar sobre la investigación y docencia en la universidad y sobre enseñanza y estilos de aprendizaje, Sebastián Dormido Bencomo, se despidió de todos aludiendo una cita del novelista americano John Hoyer que dice: “Cinco años en Harvard fueron suficientes. Aún me quedaba mucho por aprender, pero se me había inculcado al liberadora idea de que ahora podría aprender por cuenta propia”.



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