El estado en que se encuentran parte de las dependencias del Hospital Provincial de Almería derivó ayer en un cruce de acusaciones entre la titular de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez, y el parlamentario Miguel Ángel Castellón, del Grupo Popular.
Mientras que la posición oficial de la Junta, transmitida en forma de respuesta oral en el Parlamento andaluz, apenas se movió un ápice de lo trasladado por los delegados almerienses del Gobierno y Salud, Sonia Ferrer y Alfredo Valdivia, respectivamente; desde las filas populares ocurrió tres cuartos de lo mismo a través de Castellón Rubio, gestor a su vez en la Diputación Provincial, institución que denunció el estado “ruinoso” en que fue transferido el edificio a la institución.
De un lado, la consejera de Salud recordó que las zonas del Hospital Provincial que fueron cedidas por la Diputación al SAS y posteriormente revertidas fueron “debidamente conservadas y devueltas en buen estado” excepto aquellas que fueron demolidas para la construcción del actual CARE Nicolás Salmerón.
En la sesión de control al Gobierno, María José Sánchez que los deterioros evidenciados en el inmueble “se localizan fundamentalmente en la zona no cedida formalmente para uso a la Junta de Andalucía”, por lo que las “deficiencias” detectadas “no son achacables” a la Junta sino “a fallos estructurales correspondientes a lo que fue la ejecución del edificio”.
“Si hay daños estructurales en la zona que no ha sido cedida a la Junta, la responsabilidad de intervenir es de la administración titular del edificio, la Diputación”, ha sentenciado la consejera, para quien el Gobierno andaluz “ha cumplido con todos los compromisos”, incluida la recuperación de los bienes muebles del hospital, que han sido catalogados e inscritos en 2007 en su catálogo.
Por su parte, el parlamentario popular Miguel Angel Castellón, la Junta ha fallado a la “leal colaboración” dispensada desde la Diputación al haber devuelto el hospital en estado ruinoso, según ha mostrado en varias imágenes del interior del edificio, lo que para el diputado autonómico es muestra de la “deslealtad” de la Junta y de la “dejación absoluta” de sus funciones. “Está en sus manos que los almerienses no tengamos la percepción de que la Junta pasa por Almería como Atila”, ha apostillado.
Castellón ha defendido el carácter singular del edificio del siglo XVI que en 2007 fue declarado Bien de Interés Cultural con la tipología de monumento, con lo que “goza de especial protección como La Alcazaba o la Catedral”. “¿No es la Junta la competente en velar por conservación de los BIC?”, se ha cuestionado el parlamentario del PP.
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