Ante los ojos del público se encontraban los componentes que han interpretado la banda sonora de sus vidas, con los que bailaron y rieron en sus primeras fiestas, se dieron el primer beso, cantaron a su hijo sin éxito… y los que ‘enchufaron’ en el equipo de música cuando celebraron los 25 años de su promoción de COU. Una mezcla de alegría y nostalgia que reunió anoche a un público mayoritariamente mayor de los 40 (bueno, los nuevos 30, como se indica en las revistas de tendencias) y con la idea clara, como dice el tema que cerró concierto, de que ‘Me lo voy a pasar muy bien’.
Y Hombres G no defraudaron. Son, ante todo, unos excelentes músicos, amigos de toda la vida, que siempre han sabido ofrecer un directo de pop-rock de calidad, y que se mantienen, en la madurez, en plena forma. Dos horas de buena música, salpicada con los temas que todo el mundo ha coreado alguna vez y que, como no podía ser de otra manera, corearon como auténticos fans.
Saltaron al escenario con una sorprendente puntualidad, y no pararon de cantar y compartir letras y música con el público a lo largo de dos intensas horas. El primer éxito coreado por sus fans (se sabía mejor las letras que las adolescentes que el día anterior corearon a los Auryn) fue ‘El ataque de las chicas cocodrilo’ y a partir de ahí se fueron sucediendo algunas de las composiciones simpáticas y desenfadas que lideraron las listas de éxito de las radios de todo el país en la segunda mitad de los años 80 y principios de los 90, tales como ‘Dejar que las niñas se acerquen a mí’, ‘Sólo un par de palabras’, ‘Indiana’ o ‘Suéltate el pelo’, en cuyos momentos la gente ya estaba desatada y saltando y balando, como no hacían en décadas.
La comunión con el público era clara. David Summers, voz y bajo; Rafa Gutiérrez, guitarra; Daniel Mezquita, guitarra, más discreto, y el siempre excéntrico Javi Molina, a la batería, son de la misma generación y comparten gustos e inquietudes musicales con su público. Pero es que, además, con el tiempo, Hombres G ha mejorado el directo. Las guitarras suenan con fuerza, más rockeros que antes, y la carismática voz de David, el cantante, suena ahora más compacta que cuando era un veinteañero.
Uno de los momentos de la noche se produjo cuando sonaron los primeros acordes de ‘Marta tiene un marcapasos’, coreada ‘a capela’ por sus fans durante más de dos minutos, sin intervención de David, que sobre el escenario disfrutaba por la fidelidad de sus seguidores.
La antigüedad de las letras no implica un alejamiento sentimental de las mismas y así sonaron muy actuales temas como ‘Sufre mamón’ o ‘Venezia’. Dentro de la colección de recuerdos musicales, también se pudo escuchar alguna composición nueva como ‘Esperando un milagro’, una preciosa balada. La canción lenta también estuvo sobre el escenario con piezas como ‘Te quiero’, ‘Temblando’, muy festejada, y ‘Lo noto’. La alegría de ‘Disfrutar nuestro bar’ resume a la perfección la diversión que se vivió en el Palacio de los Juegos Mediterráneos.
Una noche entre amigos, como David Summer expresa sobre el escenario, y que seguro continuó dos calles más arriba, en el Recinto Ferial de la Feria de Almería. Un grupo musical que es oxígeno para una generación, que desea que los Hombres G sigan sobre el escenario durante décadas y así continuar reuniéndose cada año para gritar bien alto ‘Sufre mamón’.
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