Descubierto un huerto con 254 plantas de marihuana en un sótano de Benahadux

La Guardia Civil asesta un nuevo golpe al tráfico de marihuana en la Comarca del Bajo Andarax en una operación realizada por agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic). Según informa la Comandancia de Almería, la investigación se ha saldado con la detención de un joven,  identificado como F. G. S. de 26 años de edad, acusado de cultivar y mantener un huerto casero con 254 marihuana.

La intervención se produjo en la mañana del pasado jueves dentro de labores preventivas desarrolladas por agentes de la Usecic (patrullas de seguridad ciudadana y antidisturbios). Los guardias civiles detectaron un fuerte olor a marihuana en una calle de Benahadux. Salía del interior de la planta baja de un bloque de apartamentos, un local comercial aparentemente actividad. Según la Comandancia de Almería, los agentes buscaron a los propietarios del establecimiento, actualmente a cargo de F. G. S. como arrendatario. El joven dijo desconocer el origen del fuerte olor, pero el registro de las dependencias descubrió un enorme cultivo de marihuana "indoor".

Un escalera camuflada

El "invernadero" estaba oculto en un sótano, tapado a simple vista. Unos tablones de madera sellaban el acceso a una pequeña escalera que iba directamente hasta dos habitaciones. Allí se encontraban distribuidas las plantas. Tenían hasta un metro de altura. Todas las dependencias del comercio estaban preparadas para el cultivo interior del cannabis, con un sistema de lámparas, medidores de luz y temperatura y un mecanismo para el riego. “ Había focos de luz y reactancias, una bomba de agua, un extractor de aire, medidor de PH y un termostato entre otros elementos”, señala el Instituto Armado en una nota oficial.

F. G. S. fue arrestado por un delito contra la salud pública y las plantas decomisadas. Las diligencias del caso y el propio detenido quedaron a cargo del Juzgado de Instrucción número Tres de Almería, en funciones de guardia. El cultivo de marihuana se ha extendido en los últimos años como sustitutivo de otras sustancias como el hachís, cuya adquisición es más conflictiva en el mercado clandestino.