Una falsa alarma de ébola obliga al desalojo del muelle de pateras

Sanidad Exterior descarta la presencia del virus entre los inmigrantes custodiados en los módulos del Puerto de Almería

Dispositivo de Sanidad Exterior en los módulos del Puerto de Almería
Dispositivo de Sanidad Exterior en los módulos del Puerto de Almería
Javier Pajarón
22:03 • 07 oct. 2014

Un cordón de la Policía Nacional rodeó el mediodía de ayer los módulos de custodia temporal de inmigrantes en el Puerto de Almería. Una falsa alarma de contagio de ébola entre cuatro ciudadanos subsaharianos llegados en una patera obligó a aislar parte del Muelle de Poniente y movilizó a especialistas de Sanidad Exterior en un llamativo dispositivo de prevención.





La alerta saltó a primera hora de la mañana. Un joven camerunés solicitó auxilio tras una noche de vómitos y diarrea. Al menos tres compañeros presentaban síntomas similares en las dependencias para inmigrantes irregulares habilitadas en el extremo oeste del Puerto, junto a las instalaciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, la Unidad Cinológica (canina) y el Geas (actividades subacuáticas). En la zona había también personal de Salvamento Marítimo, Vigilancia Aduanera y de la propia Policía Nacional de Almería.




Sin riesgos




Hasta el lugar se desplazó una ambulancia medicalizada y, tras un breve reconocimiento, los facultativos encendieron las alarmas ante la posibilidad de un contagio por ébola. El caso pasó entonces a manos de Sanidad Exterior, dependiente del Gobierno central.





El Muelle de Poniente quedó aislado, el personal sanitario irrumpió con mascarillas, guantes, gafas y monos de protección, y la Policía Nacional (sin estas medidas de seguridad) se ocupó del perímetro, apoyado por la mirada aérea de un helicóptero. El despliegue era visible para los conductores que entraban a la ciudad por el Puerto de Almería.





Sin embargo, la emergencia apenas duró unos minutos. Según confirmó el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, “no se activó el protocolo por ébola en ningún momento” y los inmigrantes sólo tenían problemas estomacales. En el mismo sentido se pronunció la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.





Un epidemiólogo de Sanidad Exterior examinó a los cuatro enfermos sospechosos y descartó radicalmente la existencia del virus. Los síntomas no coincidían con el cuadro de ébola. En cualquier caso, fueron trasladados en ambulancia hasta el Complejo Hospitalario de Torrecárdenas (escoltados por la Policía Nacional) para recibir asistencia sanitaria.





Las dolencias eran leves, fruto de una mezcla entre gastroenteritis, cansancio extremo y desnutrición. Según señala la Subdelegación del Gobierno en Almería, los afectados regresaron a los módulos del Muelle de Poniente por la tarde sin riesgo para su salud y sin peligro de contagio alguno para el resto de ocupantes de las instalaciones portuarias, una treintena de subsaharianos.



Los inmigrantes llegaron la noche del sábado en una embarcación clandestina detectada por el Destacamento Naval de la Armada Española en la Isla de Alborán. La Salvamar Denébola de Salvamento Marítimo recogió a los inmigrantes la madrugada del domingo y los trasladó hasta el Puerto de Almería, donde esperaban voluntarios de la Cruz Roja para prestar los primeros auxilios. Ya entonces presentaban síntomas de agotamiento y, según informó la Armada, el personal sanitario del patrullero Cazadora atendió a dos heridos leves.


Sindicatos


A pesar de la falsa alarma y las escasas posibilidades de la transmisión del ébola entre inmigrantes en patera, las organizaciones sindicales de la Policía Nacional y las asociaciones profesionales de la Guardia Civil han advertido de la ausencia de medidas de seguridad y prevención específicas entre los agentes.  De hecho, la asistencia a los 15 argelinos embarcados en una patera detectada la madrugada de ayer en el Levante, finalmente trasladada a Murcia, generó un gran malestar entre los miembros de la Policía Nacional.


Según las organizaciones, algunos inmigrantes estaban enfermos de gripe y, aún así, los agentes apenas pudieron protegerse con unos guantes de látex. En otros sectores como la Administración de Justicia también se han producido críticas por las carencias sobre las medidas de prevención de contagios.


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