Los legionarios parten rumbo a Irak

La primera rotación del contingente compuesto por 80 militares de la La Legión que participarán en la operación ‘Apoyo Irak’ cuyo objetivo consistirá en instruir y adiestrar a miembros del ejército iraquí y contribuir en su lucha para frenar el avance del yihadismo partió ayer sábado desde el Aeropuerto de El Alquián en Almería rumbo a este país. En el mismo vuelo también embarcaron otros diez miembros de la Unidad de Ingenieros de Salamanca.
Finalmente, ayer sábado y tras solucionar los problemas logísticos que obligaron a posponer el vuelo que estaba previsto en un principio para el pasado 4 de febrero, el contingente militar partió rumbo a Irak con la misión de de adiestrar a los soldados iraquíes en la localidad de Besmayah frente a la amenaza del autodenominado Estado Islámico (EI).

Riesgo  La principal tarea de los legionarios consistirá en instruir al ejército iraquí y contribuir en su lucha para frenar el avance del yihadismo. La misión, por tanto, no está dirigida al enfrentamiento directo con los terroristas del Estado Islámico. A pesar de todo, los legionarios asumen los riesgos de una actuación en una zona de conflicto de estas características. Y es que el nivel de riesgo en la situación actual de Irak no es nulo, a pesar también de que su base de operaciones de Besmayah no está situada en una zona de especial riesgo o primera línea de combate. En principio el despliegue de este operativo militar de La Legión tiene un plazo de entre cinco o seis meses, aunque su presencia podría prolongarse en función de las necesidades que aparezcan.

El General Jefe de la Brigada de La Legión, Juan Jesús Martín Cabrero, presidió el acto de despedida del contingente BPC-I ‘Besmayah’ integrado en su mayor parte por miembros de la Brigada de La Legión ‘Rey Alfonso XII’ y lanzó un mensaje de aliento ante la misión a desarrollar. En su intervención, aseguró que “la Legión y los Ingenieros tendremos que demostrar en una misión real nuestra capacidad para cumplir con las misiones asignadas y ser dignos de la confianza que el mando a depositado en nosotros.

Por su parte, Julio Salom Herrera, coronel al mando del contingente militar enviado, señaló que “es verdad que en Irak  la situación está un poco revuelta pero nosotros vamos a una zona un poco mas tranquila. Se trata de un campo de entrenamiento, tenemos una buena seguridad y, por supuesto, siempre estamos en alerta. Vamos con mucha determinación y con muchas ganas.

Sin embargo, y a pesar de conocer de que la misión se desarrollará en una zona con escaso riesgo, la tensión y preocupación de los familiares y amigos se hizo presente durante el acto de despedida. Paqui Molina, esposa de un cabo primero, expresó a LA VOZ su preocupación. “Tenemos tres niños y me siento un poco agobiada, la verdad, a pesar de que ya es la quinta vez que marcha”, señaló.