Decomisados 500 kilos de cocaína en una operación con 9 detenidos

La droga estaba oculta en un contenedor en el Puerto de Cartagena localizado por agentes de la UDYCO el sábado

Operación de la UDYCO de la Policía en Almería, en una imagen de archivo.
Operación de la UDYCO de la Policía en Almería, en una imagen de archivo.
Javier Pajarón
23:20 • 08 feb. 2015

José Antonio G. G.  alias Gari quedó atrapado entre los vehículos camuflados de la Policía Nacional. Las patrullas de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (UDYCO), que seguían los pasos del conocido empresario marmolero en la fría mañana del sábado, se cruzaron en las calles de Olula del Río en una rápida maniobra. Gritos. No hay salida. Las manos a la vista. Esposas. 




La detención de Gari es la punta del iceberg de una operación contra el narcotráfico de enorme calado en la provincia. Las fuerzas combinadas de la UDYCO Central, la UDYCO de Almería y la UDYCO de Cartagena (Murcia) han arrestado a nueve personas y decomisado un cargamento de 500 kilos de cocaína. Todo un hito.




 La droga estaba oculta en un contenedor localizado en en el Puerto de Cartagena y procedía de América Latina. Entre los detenidos hay varios ciudadanos colombianos, presuntamente conectados con los centros de producción del estupefaciente, aunque la investigación sitúa al empresario almeriense en la cúpula de la organización.




El perfil Gari es conocido por su negocio de la piedra natural, con instalaciones a las afueras del municipio,  aunque su nombre saltó a las primeras páginas por su participación en la muerte de dos miembros del clan de Los Pertolos en marzo de 2009.




El empresario mató a tiros a Juan Petronilo Rodríguez Torres de 52 años y a su sobrino Juan Rodríguez Fernández de 19 años. El suceso se produjo a las instalaciones de Mármoles Ballester en la Carretera Alta de Olula del Río.




Sin embargo, tras una largo proceso judicial, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo absolvió en abril de 2013 al empresario de dos delitos de homicidio al estimar la existencia de la legítima defensa. Los disparos hallados en el lugar de los hechos respaldaban la versión de Gari: respondió a un ataque previo de los fallecidos. 




La sentencia judicial reveló la reclamación al empresario  de “una importante cantidad de dinero”, de “una deuda pendiente”. Aunque el tribunal consideró veraz la tesis de una extorsión, la sentencia nunca mencionó que los implicados participaran en negocios de drogas.




Con el respaldo judicial, Gari permanecía en libertad. La Policía Nacional le vincula ahora en una red internacional de importación de cocaína, con millones de euros en juego y un alijo de 500 kilos bloqueado en Cartagena.



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