Cáritas ha iniciado una “recogida urgente” de ropa infantil de abrigo

La Institución trabaja en un proyecto dirigido a dignificar la entrega de ropa y a generar empleo

Ropa organizada en un almacén almeriense.
Ropa organizada en un almacén almeriense.
María Medina
19:36 • 16 feb. 2015

Cáritas Diocesana de Almería ha iniciado una recogida urgente de ropa infantil de abrigo después de que los últimos meses de frío acabaran con las existencias que tenía la organización. El secretario general de la institución en la provincia, Miguel Pérez, ha explicado cómo las familias a las que se atiende, la mayoría con niños entre 0 y 14 años, han demandado este invierno más ropa infantil para superar las bajas temperaturas.





El llamamiento lo inició Cáritas el pasado viernes y fue a través del “boca a boca” y en Facebook, además de haciendo llegar la necesidad a agrupaciones y colectivos con los que la institución trabaja de forma habitual. Así, en menos de dos días han empezado a recibir ropa de invierno para los menores. Y ha llegado gracias al apoyo de las cáritas parroquiales y centros educativos como las Jesuitinas, La Salle, Compañía de María, la Safa o el centro Mater Asunta, entre otros.




Puntos de recogida La recogida de ropa se realiza, bien en la sede que Cáritas tiene en la calle Alcalde Muñoz, bien en la nave de almacenamiento que la organización ocupa en el número 5 de la calle Montenegro  en el Polígono San Carlos, en horario de 8.30 a 14 horas, y de 17 a 20 horas. Igualmente, Cáritas ha habilitado un número de teléfono, el 697 12 28 19 con el que contactar para ofrecer ayuda de este tipo.





Miguel Pérez explica que la ropa “siempre viene bien”, pero concretamente ahora, lo que más interesa es ropa infantil y de abrigo, insiste. “Es la necesidad más urgente” y así se lo han transmitido las familias almerienses a las que atienden.





Solventar esta necesidad está detrás de un proyecto con el que Cáritas quiere “dignificar” la entrega de ropa a las familias atendidas. Se ha ideado un sistema, explica, que permitirá no sólo cumplir con la normativa europea que identifica la ropa usada como residuo, sino también generar puestos de trabajo.




Higienizar y etiquetar El proyecto solo está, de momento hilvanado, pero incluirá la higienización de la ropa, su etiquetado y marcará la trazabilidad (del origen al destino) de las ropas donadas a Cáritas y después entregadas a quienes más las necesitan.  Y es que, Europa ha dejado claro que la ropa usada, como residuo que es, no se puede manipular ni neutralizar de cualquier manera. Todo tiene que estar controlado.




Dignificar y crear empleo Cáritas ha visto en esta nueva normativa una oportunidad para mejorar la atención a las familias y dignificar la entrega de ropa, a la par que para crear empleo a través de la creación de una empresa que se dedique a la clasificación, etiquetado, higienización de la ropa y, posteriormente, a la trata de los residuos generados. Residuos que, explica Miguel Pérez, son lino, hilo y acrílicos, por ejemplo, y que pueden generar beneficios si se tratan con criterios de sostenibilidad.





Al mismo tiempo, Cáritas aboga por habilitar tiendas de segunda mano a las que irían a parar esas ropas y en las que las familias atendidas por la institución podrían ir a probarse y a llevarse lo que más les interese. Siempre, en función, de sus necesidades concretas se les entregaría desde Cáritas una tarjeta con la que realizar la “compra”. Una adquisición que no les costaría dinero lo que acaba por dignificar la entrega, dice.



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