Vecinos de El Alquián sufren desde hace días las consecuencias de una plaga de procesionaria que ya ha provocado fuertes alergias en, al menos, media docena de personas. La más grave, un niño diabético de 6 años, que tuvo que acudir a Urgencias en dos ocasiones. Ahora piden al Ayuntamiento de la capital una actuación eficaz para acabar con las hileras de estos gusanos peludos.
Las zonas más afectadas por la plaga de procesionaria están ubicadas en el Parque de Los Pinos, junto al campo de fútbol y en la plaza de la Iglesia. Y es que esta plaga acostumbra a aparecer donde el pino es la especie vegetal predominante y lejos de ser excepcional, acostumbra a producirse con la llegada de la primavera. Quizá este año las condiciones meteorológicas hayan contribuido a adelantar el estado larvario.
Infestación Este adelanto ha provocado en el barrio de El Alquián una importante infestación de estas orugas que, en hilera, buscan un lugar de enterramiento.
Ante la gran presencia de esta plaga, vecinos de la zona se pusieron hace unos días en contacto con el concejal responsable de distrito, Juan José Segura, que, a su vez, puso el problema en conocimiento del área municipal de Medio Ambiente y la empresa concesionaria del cuidado de Parques y Jardines, Cespa. De hecho, Segura confirma que empleados de esta empresa ya han iniciado un tratamiento contra estos gusanos en, al menos, la zona del campo de fútbol de El Alquián y el nuevo Parque de Los Pinos.
Lo aplicado es un tratamiento de fumigación que no se puede hacer en cualquier momento y tampoco sobre viviendas sin previo aviso.
Por este motivo, explica el concejal, los técnicos de Cespa no acabaron de fumigar en la plaza de la Iglesia, donde había “ropa tendida” y donde se toparon con algunos vecinos que “recriminaron” la fumigación.
Aún así, y anunciándolo con antelación, el Ayuntamiento continuará con las “medidas oportunas” para terminar con esta plaga.
Y es que, el sólo contacto con estos gusanos puede provocar importantes reacciones alérgicas que pueden resultar más graves si la persona que las toca es de corta edad, tiene alguna patología secundaria o es alérgico. Los problemas no sólo afectan a las personas, también a las mascotas y son muchos los dueños de perros que, en la zona, se han mostrado preocupados por el ataque de la procesionaria.
Fumigación Frente a la fumigación con un tratamiento químico, hay algunos vecinos que apuestan por la retirada a mano de los bolsones (aparecen en forma de ovillos en los pinos). Los profesionales del sector, por su parte, comentan la importancia de estar atentos ante su aparición, primero, y priorizar los tratamientos en las zonas más afectadas para evitar su propagación. Algo que suscriben vecinos de El Alquián que, quejosos, ya han comentado el problema en redes sociales.
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