Cuatro años para un recluso que se tragó preservativos con 164 pastillas

El Supremo avala la sentencia de cuatro años y medio por intentar fármacos tras un permiso

furgonetas de la Policía Nacional salen del centro penitenciario de Almería.
furgonetas de la Policía Nacional salen del centro penitenciario de Almería.
Javier Pajarón
21:10 • 05 may. 2015


La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado una condena de cuatro años y medio de prisión para un recluso de Almería acusado de intentar introducir fármacos y hachís en el centro penitenciario El Acebuche durante el regreso de un permiso carcelario.





El acusado es J. A., almeriense de 40 años de edad. A principios de 2012 cumplía sus últimas semanas en la prisión por una condena por tráfico de drogas y había recibido un permiso penitenciario como preparación para su próxima salida del penal en libertad condicional.





El 28 de marzo regresó a El Acebuche y, poco después, ingresó en el departamento de Enfermería con fuertes dolores estomacales. La aparición de la droga fue cuestión de horas. El recluso comenzó a expulsar preservativos cargados de pastillas de conocidos fármacos.





Las bolsitas estaban anudadas y enrolladas. J. A. se las había tragado para eludir los controles de los funcionarios de la prisión de Almería en el acceso al recinto, pero el alijo le provocó severos dolores en el vientre y descubrió su plan delictivo.





Personal sanitario de El Acebuche aconsejó su traslado al Complejo Hospitalario de Torrecárdenas, donde quedó ingresado ante el riesgo de la rotura del látex y, por tanto, de una sobredosis de pastillas que habría resultado mortal para el traficante de 40 años.





El recluso expulsó finalmente los envoltorios con 164 pastillas, a saber, 149 dosis de alprazolam (trankimazin) con un peso de 38,87 gramos, siete pastillas de metadona y ocho pastillas de clorazepato dipotásico (tranxilium).
Además, J. A. portaba en su estómago 27 gramos de hachís que “el acusado pretendía destinar a su ulterior tráfico entre terceras personas, aunque no llegó a estar en disposición efectiva de difundirlas en el propio recinto penitenciario”, según la sentencia judicial.




Drogodependencia




Las diligencias se incoaron en el Juzgado de Instrucción número Seis de Almería y el juicio se celebró a finales de 2014 en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. El  Tribunal Supremo desestima ahora el recurso de casación presentado por la defensa.



El tribunal estima que, como sólo le quedaban dos meses para salir, “se trataba de una cantidad desproporcionada para su consumo en tan reducido período”. Además, no se encontraba en tratamiento de desintoxicación de drogas en el momento de los hechos, a pesar de que en su historial constaba la participación en el Servicio Provincial de Drogodependencia por consumo de sustancias como la heroína.



La Audiencia de Almería le condenó a cuatro años y medio por un delito contra la salud pública y el Tribunal Supremo confirma este pronunciamiento. Volvió a la cárcel para finalizar su condena y se encuentra ahora con una sentencia que prolonga su internamiento.



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