La batalla de la Unión Deportiva Almería para mantener la categoría en las tres jornadas restantes de la Liga BBVA es, a la vez, la lucha de un equipo humilde por subirse al tren de la revolución económica del fútbol español.
El Real Decreto para la comercialización conjunta de los derechos televisivos, aprobado a finales del mes de abril por el Gobierno, cambia el mapa presupuestario de los clubes para las próximas temporadas y reduce la diferencia entre "grandes" y "pequeños".
El decreto prevé ingresos superiores a los 1.500 millones de euros y, más importante, un reparto más equitativo. Los equipos de Primera División con menos ingresos pasarán de percibir los 18 millones de euros actuales a ingresar entre 42 y 45 millones de euros, según los cálculos de Consejo Superior de Deportes.
La UD Almería presentó un presupuesto de 21 millones de euros en el ejercicio 2014-2015. Con el aumento de los ingresos televisivos conseguiría duplicar su presupuesto actual, ganar solvencia económica y optar a un mercado de fichajes (especialmente internacional) hasta ahora vedado para el equipo de Alfonso García.
En cambio, un descenso a la categoría de plata sería un golpe severo a las arcas del club. Esto es, el reparto televisivo incluye también a los equipos de Segunda División, pero sus emolumentos sólo alcanzarán un 10 por ciento de los fondos obtenidos en los nuevos contratos.
Según los cálculos de la LFP y el CSD, los equipos de la Liga Adelante se repartirán un fijo de unos 100 millones de euros, además de un variable por clasificación y notoriedad que rondará el 30 por ciento. Los clubes pasarán a percibir entre 4 y 6 millones, según estas estimaciones. El resultado es significativo. La UD Almería se debate entre ganar más de 42 millones o percibir sólo un 10 por ciento de esas cifras.
Los humildes
Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, asegura que el decreto permitirá oxigenar las cuentas de los humildes. “Es una regulación que debe permitir respirar a nuestro fútbol y entrar en una dinámica nueva, adaptándose a los nuevos tiempos”, señala. “Los grandes beneficiados serán, especialmente los clubes y jugadores que militan en clubes medianos y pequeños (...) Y por supuesto el fútbol modesto, que de no recibir nada por estos derechos pasará a ingresar según nuestros cálculos 300 millones de euros en los próximos diez años”, afirma Cardenal.
No obstante, quedan algunos flecos importantes por definir en la nueva regulación. Resolver la firma del nuevo contrato televisivo conjunto será el primer escollo y definirá con mayor exactitud las cantidades para el reparto. Recientemente, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, habló de “la venta centralizada para la 2015-2016 ó la 2016-2017”, abriendo la puerta a una negociación más larga de la prevista inicialmente.
Y, por otra parte, se estudia una posible compensación a los equipos que desciendan para paliar el impacto en sus cuentas, especialmente en los gastos comprometidos en concepto de salarios de los futbolistas y equipos técnicos. El decreto ley no desarrolla explícitamente este aspecto, sólo advierte que “los ascensos y descensos de categoría al final de una temporada no afectarán a la liquidación correspondiente a la misma”.
¿Cuánto pierde la ciudad de Almería?
Las valoraciones sobre el impacto económico para la ciudad de la permanencia de la Unión Deportiva Almería se basan en las estimaciones sobre consumo, turismo e inversiones aparejadas a la actividad futbolística. Según los cálculos de la Cámara de Comercio de Almería, la repercusión económica de contar con un equipo en la máxima categoría del fútbol español, es del 0,9 por ciento del total del Producto Interior Bruto, es decir, unos 45 millones de euros en conceptos directos. Además, se estiman otros 100 millones en conceptos indirectos.
El desplazamiento de aficionados cada fin de semana, la actividad hostelera en las inmediaciones y el turismo impulsan las cifras. Según estimaciones de Asempal realizadas tras el último ascenso de categoría de la UD Almería, los ingresos en hoteles, bares y comercios son rondan los tres millones cada año.
Por tanto, la permanencia del club en la Liga BBVA es un causa tan deportiva como económica.
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