“¿Los ideales? No los venden ni en los estancos. Son otras circunstancias”

Todos los días se aprende o se apunta algo en una nota.  Con Caicedo necesitas un par de paquetes para apuntar frases como ésta:”Que a mis hijos les  hablen  de mí, como a mí me hablan de mi padre. Lo demás no vale”.

 

¿Es usted hijo de Jesús Caicedo?

Sí señor, y muy orgulloso.

 

Le ha ganado como alcalde de Cuevas...

Nunca le ganaré. Bastante hago con parecerme algo. 

 

Menudo coñazo, Madrid, Cuevas, Madrid.

Palos con gusto no duelen. Trabajamos para solucionar problemas. Y soy un alcalde las 24 horas. Y lo sabes. (Como el anuncio).

 

¿Cómo es Mariano Rajoy de cerca?

Gallego. Un día le dije:  Presidente a ver si puedes echarnos una mano en esto... y me dijo: Hoy en día, ni Dios echa una mano... (risas). Es un tío fenómeno, sólo hay que conocerlo.

 

¿Cómo está Cuevas?

 Hombre, siempre uno quiere estar mejor. Los próximos cuatro años la mejoraremos para que Cuevas sea uno de los mejores municipios de Andalucía.

 

 Y la Junta de Andalucía, ¿Cómo se porta?

 Llevamos once años a vueltas con el Plan General, colegios que son  chabolas. No hay derecho a esto, coño. Simpre trabas.

 

Como diría usted ¿"pijo", a cómo esta el precio del político?

Muy bajo, muy bajo. Pero no todos somos iguales.

 

¿Se le ha olvidado vender tomates?  ¿Va a la lonja? Lo hace cuando puede...

¿Cómo que si voy? Claro. ¿Pero tú que te crees? Somos aves de paso no lo olvides nunca. Voy  todos los días que puedo. Somos lo que somos.

 

Tenemos políticos de talla... lo digo por el AVE, los vuelos, etc...

Yo creo que  sí.  Lo que pasa es que los almerienses somo muy pesimistas, cuando somos los mejores, la mejor tierra del mundo y con diferencia.

 

¿El enemigo a batir es el PSOE, Ciudadanos, Podemos, juguemos...?

 Yo no tengo enemigos. Tengo adversarios políticos. La vida municipal no es cuestión de ideología. 

 

  ¿Y los ideales...?

Los ideales no los venden ya ni en los estancos. Se acabaron . Circunstancias.

 

¿Cuénteme alguna anécdota de la mili, Caicedo Bernabé ?

 (Risas). La mili... Me acuerdo dando novedades.  Mi sargento, la compañía está completa. Y me dijo: ¿ Seguro Caicedo? En la mili no me la juego por nadie, mi sargento. Y faltaban por lo menos 30 de la companía; sólo estábamos siete . Menos mal que no miró para atrás el hijo p...(risas). .. Otro día te cuento más.

 

 No tiene usted pelos en la lengua. ¿Le han llamado la atención?

No. Y si alguien me  riñe por ser políticamente incorrecto, más pierde él y más gana el farmacéutico. Por la pastilla que tendrá que comprar para el dolor de cabeza.