El mercadillo de los viernes, a la zona de Arcos

Los 114 puestos de venta ambulante que cada viernes se montan en el Barrio de Araceli se trasladarán el próximo 29 de mayo a la nueva urbanización de la zona de Arcos. Es una forma de hacer el mercadillo “más céntrico, dinamizar el mercado de Los Ángeles (que queda al lado) y evitar problemas de ruidos sin cerrar accesos a portales o cocheras”. Sólo el autobús número 7 tiene que hacer un pequeño desvío “de no más de 30 metros”.

El concejal responsable del área de Salud y Consumo, Carlos Sánchez, entiende que esta fórmula favorece a los comerciantes, que habían pedido un acercamiento al barrio Plaza de  Toros, de donde salieron por problemas de espacio, seguridad y tráfico, y también a los vecinos.

Mañana viernes será el último en el que los vendedores se sitúen en la avenida Imperio Argentina y también mañana los técnicos del área de Salud y Consumo empezarán a pintar las nuevas parcelas en la zona de Arcos para que el viernes siguiente, “si no hay ningún inconveniente”, los vendedores se instalen ya en su nueva ubicación.

Algunos de ellos habrían preferido empezar ya mañana a colocarse en el Barrio de Los Ángeles, pero es necesario un reordenamiento de la zona, la recepción de la urbanización allí terminada y un informe de Surbús y el área de Movilidad sobre el pequeño rodeo que tendrá que hacer la línea 7 del autobús y que apenas supone 30 metros más de recorrido.

Calles Cruz y Concha Ruiz

Una vez solventados estos trámites, los 114 vendedores ambulantes se situarán entre la calle de la Cruz, calle Juan Cuadrado Ruiz y la calle Vecina Concha Ruiz. Precisamente en esta última calle, los puestos de venta se colocarán sólo en la acerca de la izquierda, de modo que en la acera de enfrente, donde sí hay portales, garajes y locales, no haya posibilidad de que queden cerrados los accesos.

Igualmente, la circulación  en esa calle no se va a cortar en ningún momento, de modo que el tráfico será “compatible” con el mercadillo.

Un mercadillo que salió hace unos años del entorno de la Plaza de Toros, donde los vendedores estaban a gusto, y los vecinos lo tenían como un espacio comercial próximo. Los problemas para el acceso a portales y cocheras, además de la dificultad que había para que entrara una ambulancia en caso de urgencias, constituyeron la causa principal de su salida de esta zona. Zona que, por otro lado, iba a ser reordenada y mejorada urbanísticamente.

El cambio al Barrio de Araceli suscitó algunas quejas por parte de vecinos y también de comerciantes, con los que el Ayuntamiento se comprometió a acercar al centro. Y es ahora cuando se va a cumplir ese compromiso, dice Sánchez, que insiste en la que la nueva localización, recientemente urbanizada, está más próxima a Plaza de Toros y cerca del mercado de Los Ángeles.