Aviso a padres y estudiantes: "No hay pastillas para aprobar"

Un último esfuerzo es lo que separa a muchos estudiantes de las vacaciones y a los cerca de 2.500 que en dos semanas se presentan a la Selectividad, de la nota necesaria para estudiar la carrera elegida. El estrés, la ansiedad y los nervios pueden, a veces, jugar una mala pasada. Muchos acuden a farmacias, herboristerías e incluso al médico para obtener un remedio que mejore su concentración, estire los días y memoricen con facilidad. La farmacéutica Gádor Villalobos lo tiene claro: “No existe una pastilla-milagro”.

Sí, hay suplementos vitamínicos que favorecen la concentración y también algunas infusiones, como la valeriana, la tila o el poleo, para sortear la ansiedad. De hecho, los estudiantes piden en el mostrador de las farmacias  complejos vitamínicos que, de forma específica para los últimos días antes del examen, les permitan concentrarse mejor.

Y para los que se ponen nerviosos de más y sufren palpitaciones, también pueden encontrar en la farmacia el remedio adecuado. “Pero esto no es para todo el mundo”, explica Villalobos que, por otra parte, no es “muy partidaria” de aquellos remedios que algunos estudiantes piden para quitar el sueño y ganar horas de estudio.

Efecto rebote 

Estos remedios para “aguantar” sin dormir “pueden provocar un efecto rebote y el día del examen dejar al estudiante hecho polvo”, señala Villalobos.

Saber organizarse y planificar el estudio, aprender a respirar para relajarse, respetar las horas de descanso, hacer algo de ejercicio y seguir una dieta saludable y rica en vitamina B son algunas propuestas que, en estos días antes de los exámenes, pueden ayudar a los estudiantes a rendir al máximo.

“Extra” de platos verdes

Nutricionistas apuestan, en este sentido, por una carga “extra” de vitamina B. Y es que, cuando al cuerpo se le exige  más energía por presiones en el trabajo o por estrés emocional, el organismo agota su energía y, en consecuencia, las reservas de vitamina B, lo que vuelve a la persona vulnerable a la hora de sufrir depresión, insomnio o irritabilidad. Los sanitarios recomiendan, en estas ocasiones de estrés, una dieta rica en alimentos como el brócoli, las acelgas o espinacas, además de cereales o leguminosas, que contienen el complejo de vitamina B.

Y es que, para hacer frente adecuadamente a un examen, además de controlar las respuestas de ansiedad, es necesario realizar una correcta planificación y seguir una serie de pautas para llegar a dicho examen en plenas condiciones físicas y mentales, explica Francisco Llave, médico de Atención Primaria, que apuesta  por la planificación para optimizar tiempo y energía, para controlar el rendimiento e ir modificando el esfuerzo de cara a las necesidades de cada momentos, y para “evitar las empolladas de los últimos días”.

Cuando uno ha estudiado y aspira a realizar un buen examen es normal sentirse un poco tenso. Sentirse preocupado, sin que esa preocupación lleve a perder el control, es bueno y puede optimizar el rendimiento. Pero la clave está en mantener un nivel de tensión justo sin pasar la línea de bloqueo mental por estrés, explica Llave.

Recomienda, entre otras cosas, evitar y controlar pensamientos negativos sobre la propia capacidad y el resultado del examen. Para ello se pueden  llevar a cabo técnicas de autocontrol. La más importante, dice, cambiar el foco de atención, aprender a pensar en algo alternativo que no genere tensión.