“Hacen falta incentivos fiscales para que en Almería se ruede más”

El director de cine, Manuel Martín Cuenca, se ha afirmado en el panorama cinematográfico español como uno de los talentos en alza

El director de cine, Manuel Martín Cuenca.
El director de cine, Manuel Martín Cuenca.
Miguel Naveros
21:53 • 18 jul. 2015

La conversación con el cineasta ejidense tiene lugar un jueves negro, un día marcado por la pésima noticia del cierre de la librería Sintagma de El Ejido, que Martín Cuenca, en Madrid, desconoce. 




Mal  día para esta entrevista. Hoy ha cerrado Sintagma.




Pues sí es una mala noticia. No he hablado hoy con mi hermano y no lo sabía. Lo siento por Manuel García Iborra, un francotirador cultural necesario. Es una muy mala noticia, una más entre tanto cierre de librerías y de negocios culturales en España. Es un símbolo más de esta época negra para la cultura que estamos viviendo en España.




¿Tan mala la considera?




Muy mala, sí. Y todo esto está pasando mientras hay un ministro de Hacienda que baja cuanto considera en función de sus intereses, pero que no se mueve del 21% del IVA para el cine y el teatro. Viéndolo actuar, ya no merece la pena ni indignarse. Que lo ponga al 40% si quiere... Quieren hundir la industria cultural. Esto pasa sólo aquí, en España.




Siempre se pone a Francia como ejemplo contrario.




Sí, y por eso voy a acudir a otras ejemplos. Oí hace no mucho a Merkel, a la mismísima Ángela Merkel, decir: “Pelearemos hasta el final por nuestros autores”, y pensé: Ya me gustaría oír eso del presidente del Gobierno de mi país. Pero no. Esas cosas pasan en Estados Unidos, en Francia, en Alemania. Menudo apoyo a la creación cultural hay en Alemania, estatal y de los landers. Y buenas ayudas al cine en países como Colombia, o tan pequeños como Costa Rica. Acabo de estar allí en un jurado y he visto cómo están trabajando.




Paradójico que esto esté ocurriendo en un país, como España, cuya lengua hablan más de cuatrocientos millones de personas. Sí, justo, pero se ve que no entienden que, al final, eso tan manido de la patria se reduce a Cervantes, a Goya, a Almodóvar. Estos son los nombres que quedan para la historia. El de los políticos pasa. 


¿Estamos muy lejos de Grecia?


No lo sé, pero me da la sensación de que lo que se está jugando es algo más que económico. Desde la distancia, porque conozco lo que he leído en los medios de comunicación y sus muchas verdades a medias, creo que es una suma de varias cosas, algo que tiene que ver con la política europea y las grandes líneas económicas que se han impuesto. Tengo la impresión de que estamos ante un castigo, de que se ha querido castigar a quienes han querido poner la política en su sitio.


¿A qué se refiere con lo de verdades a medias?


A que tenemos demasiado volumen de información, o sea, una avalancha de informaciones que repiten y repiten clichés. Es algo que está sucediendo con todo. El otro día, viendo una película iraní, me daba cuenta de que los periódicos nos hablan de unas cosas y la película nos muestra otro Irán, del que aprendí mucho. Me da la sensación de que se aprende más de una buena película o de una buena novela que de este permanente cliché informativo.


¿Cómo ve la sociedad española actual?


He sido bastante pesimista en estos últimos años, pero empiezo a ser optimista, y no precisamente por tanto dato macroeconómico como dan. Veo una cierta ilusión en la gente, que la gente se ha movido de alguna manera, que algo se está moviendo en la política.


¿Ha habido un cierto resurgir de la política?


Sí, y eso es bueno. Creo que si perdemos la ilusión en la política estamos muertos. Hace unos años se cayó en una especie de depresión moral, pero me parece que estamos despertando. Ha sido ilusionante lo sucedido en Madrid, la elección de Carmena. La ilusión es muy importante para avanzar, para progresar. En Almería sabemos de ilusión, la de los agricultores, por ejemplo. Sin esa ilusión no se habría llegado donde se ha llegado en la agricultura.


El mundo cultural parece que vuelve a moverse, a participar.


En España hay una gran tradición de implicación en la política por parte de los sectores culturales, y eso es bueno. ¡Ojalá todo el mundo lo hiciera, en el campo de la cultura y en todos los demás! 


Sé que a ciertos políticos les parece mal. Claro, que no hay nada más político que decir que no hay que entrar en política. La política es de todos, en cuanto tiene que ver con la vida diaria, con la aplicación de la justicia. Yo, cuando he tenido que mojarme lo he hecho. Lo hice en mi pueblo, por ejemplo. 


Hablando de su pueblo, y del Poniente almeriense en general. Hay ya cierta polémica por una serie de televisión que se está rodando, ‘Mar de plástico’.


No hay que tomarse estas cosas demasiado al pie de la letra. Las series son todas simplificadoras, como los telediarios, como la televisión en general. Lo que pasa es que nos damos cuenta cuando aquello sobre lo que se simplifica lo tenemos cerca.  


No creo que ‘Mar de plástico’ vaya a tener más clichés respecto al Poniente almeriense que, por ejemplo, ‘Cuéntame’ respecto a la historia de este país. La televisión, ya le digo, es muy simplificadora. Hay que quitarle importancia a estas cosas.


Almería de nuevo plató. Cuando no lo es de una serie, lo es de grandes rodajes. El último, ‘Juego de tronos’.


Siempre fue un gran plató Almería. Muy pocas provincias pueden presumir en el mundo de tener cientos de películas. 


Y tiene su razón de ser. La luz, los muy diferentes paisajes en un pequeño territorio, el hecho de poseer los paisajes más vírgenes de todo el sur de Europa, la estabilidad política frente a la situación de la otra orilla del Mediterráneo han sido y son factores fundamentales para ello.  Con ‘Lawrence de Arabia’ pasó: Almería ofrecía un paisaje muy parecido al de zonas en las que era muy complicado trabajar en paz.


¿Se podrían atraer aún más rodajes?


Sí, como lo están haciendo otros, con una correcta política de incentivos fiscales. Lo estamos viendo en Hungría o en el sur de Italia, que están apoyando mucho las realizaciones. O en EE.UU, donde estados del sur como Alabama, Georgia o Texas han empezado a poner en práctica unos incentivos fiscales que han atraído rodajes hasta el punto de llegar a preocupar a California, que ha tenido que reaccionar y plantearse lo mismo.


Hacen falta ayudas, en suma.


Justo. He sido productor y lo tengo claro: vas donde te ayudan. En Almería debería plantearse ese apoyo. Sería muy atractivo para cualquier productora. En el mundo del cine se sabe de nuestra luz, de nuestros paisajes, de esos cientos de películas aquí rodadas. Vendría mucho más cine, seguro. 



Temas relacionados

para ti

en destaque