LA VOZ DE ALMERÍA entrevistó ayer a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, horas antes de que finalizara su semana de vacaciones en La Isleta del Moro, en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
¿Ha pasado desapercibida esta semana?
Hace tiempo que no, pero tengo que decir que la gente es muy respetuosa, te pide fotos, te saluda, pero desde el respeto y reconociendo que estamos descansando.
¿Es difícil separar lo privado de lo público?
Desde luego. En mi caso, lo privado casi no existe. Entiendo que eso va con el cargo y asumo que tengo una dimensión pública. También agradezco que se me respete en la única semana de vacaciones que tengo.
¿Cuántos años lleva viniendo a disfrutar de La Isleta del Moro?
Los últimos tres años. Tuve al niño hace cuatro años y cuando ya tuvo un año decidimos venir a ver a mi padre en verano una semana.
¿Solo en verano?
Sí. Últimamente los tiempos de crisis y de activismo, y ahora de responsabilidad institucional, sólo permiten que me pueda escapar una semana en agosto.
Cualquier trabajador tiene un mes entero.
Cuando asumes una responsabilidad tan grande como es la Alcaldía de Barcelona, pues es lo que toca.
¿Cómo ve a Almería?
Es una tierra muy cálida en todos los sentidos. Aquí ya tenía amistades y en la época de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ya había venido también. No he recorrido mucho la provincia porque la semana que vengo es para visitar a mi padre y descansar con el niño. Nos movemos poco.
¿Y cómo se nos ve desde lejos?
La parte que más conozco es la zona de Cabo de Gata, un lugar precioso donde descansar. También se ve, por la gente que yo conozco, que la crisis ha castigado muy duro aquí. Son las dos caras. Es un lugar bonito, de acogida y amable, y al mismo tiempo hay gente que lo está pasando muy mal. Las dos caras son ciertas.
La Isleta está dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. ¿Hay que proteger tanto el territorio o con menos...?
Es importante proteger. Cuanto más, mejor. En los últimos años, sobre todo con la burbuja inmobiliaria, se dio rienda suelta con la legislación del Partido Popular. Ahora hay que ir recuperando territorio para la naturaleza, pero no simplemente desde un punto de vista conservacionista, sino porque nos va el futuro y la vida. El cambio climático ya está aquí y lo estamos notando en estos veranos tan calurosos. Este verano ha sido realmente tremendo. Por lo tanto, nos conviene, por la cuenta que nos trae y por el futuro de nuestros hijos, conservar nuestro territorio.
Yo veo que está muy convencida.
Tiene que producirse un cambio cultural. No solo hay que esperar a que se resuelva esto desde las instituciones.
Esa protección, ¿beneficia tanto a Almería?
Yo creo que sí. Tiene que haber terreno productivo y protegido. Con eso gana todo el mundo. El terreno protegido también es atractivo para el turismo. La gente busca lugares de calidad para visitar y, por lo tanto, cuidar el territorio también es una inversión en términos económicos. No es simplemente un conservacionismo abstracto.
¿Ve masificado el litoral almeriense?
Estamos en pleno agosto. Es verdad que hay mucha gente pero ese es un problema general. Me lo dice a mí que vengo de Barcelona donde también tenemos problemas durante el verano.
Aquí hay más o menos regulación de apartamentos turísticos. En Barcelona parece que no tanto.
Allí, regulados están, lo que pasa es que ha habido mucha tolerancia y hay mucho apartamento ilegal. Entonces, lo que estamos haciendo es intentar poner orden en Barcelona con este tema. El turismo es bueno y un activo para nuestros territorios, tanto en Almería como en Barcelona, pero para que sea bueno también en el futuro hay que hacerlo sostenible y no repetir errores del pasado como pasó con la burbuja inmobiliaria. Para que el turismo sea sostenible hay que ponerle orden y que todo el mundo cumpla con las reglas del juego y pague sus impuestos.
Cuénteme, si las conoce, historias de almerienses en Barcelona.
Pues fíjese que los únicos almerienses que he conocido en Barcelona y en Almería han sido todos por temas de vivienda y ejecuciones hipotecarias. Desgraciadamente, como ha sido uno de los problemas con los que he trabajado en estos años, antes de dar el paso a la política, lo que más he conocido ha sido a almerienses y de otras partes del Estado por temas hipotecarios.
Entonces, ha conocido a almerienses desahuciados en Barcelona.
Desahuciados y también hay almerienses que viven allí y aquí que no se han rendido y han conseguido salvar su casa o renegociar la deuda o conseguir un alquiler social. No solo hay problemas sino también victorias conseguidas con el apoyo de los demás.
¿Qué es para usted ser un activista?
Más allá de la etiqueta, creo que activista es cualquier persona que es consciente de que la realidad es injusta y podría ser mejor. Entonces cada uno, desde el ámbito que sea, intenta poner su granito de arena para mejorar la sociedad.
Y ya con la vara de mando de alcaldesa de Barcelona, tras haber estado detrás de la pancarta, ¿se ven diferentes las cosas?
Sí y no. Yo soy la misma persona que cuando estaba fuera de la institución, y tengo los mismos objetivos: intentar hacer la ciudad de Barcelona menos desigual, más justa y más democrática. Y para hacer eso se tiene que actuar desde dentro y desde fuera de las instituciones. Evidentemente, desde dentro encuentras límites y no todo se puede hacer el primer día. También ves que hay muchos recursos que no se han aprovechado lo suficiente y hay muchas más posibilidades de lo que se nos había dicho. Es cuestión de establecer prioridades.
Se les mira con lupa.
Nadie dijo que sería fácil y no se podrá hacer todo en dos días. Cuando hemos entrado hemos comprobado que en la ciudad de Barcelona hay dinero. Por eso, lo primero que hicimos fue garantizar la alimentación de los niños en verano, ampliar las becas comedor, empezar conversaciones para poner viviendas en alquiler social… Nos hemos encontrado con gastos superfluos que se pueden disminuir.
¿Está Ada Colau cerca de Podemos?
Yo nunca he estado en ningún partido político. Formo parte de una candidatura municipalista que lo que está intentando demostrar es que se puede hacer política de otra manera. Más allá de las siglas, hay mucha gente que compartimos objetivos, acabar con la corrupción, tener instituciones más transparentes y más democráticas, garantizar derechos sociales básicos…
Hay una inmensa mayoría de población que está de acuerdo en eso perteneciendo o no a un partido.
Las candidaturas municipalistas han vencido en Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña o Valencia y han demostrado que pueden empezar a poner en práctica cosas que nos decían que no se podían hacer.
Antes de venir a Almería estuvo con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y transmitió su apoyo a la Diada.
Bueno, estuve con Mas porque tenemos un montón de cosas comunes como también me reuniré el día 1 de septiembre con la ministra de Fomento. Debo tener reuniones institucionales con todas las administraciones defendiendo los intereses de Barcelona.
En relación al 11 de septiembre, siempre hemos dicho lo mismo. Es la fiesta nacional de Cataluña y Barcelona es la capital de Cataluña. Entonces es una fiesta de todos los catalanes y reivindicativa, donde también se reivindica el derecho a decidir, con muchas facetas, con muchos matices, …
Evidentemente, yo como anfitriona entre comillas, en la medida que soy alcaldesa de la capital de Cataluña, estaré encantada de que se haga una manifestación masiva, cívica, pacífica, como se ha hecho todos los años, en defensa de los derechos democráticos del pueblo de Cataluña.
Más allá de las opciones políticas, la del 11 de septiembre es una fiesta de todo el mundo.
En general, el sentimiento que se palpa allí es que los andaluces, los almerienses, son más independentistas que los catalanes.
Yo no caería en generalizaciones. Hubo una emigración muy fuerte a Cataluña y son catalanes y son barceloneses tanto como si llevan 30 años como si han nacido allí o como si llevan un año porque ahora tenemos un nuevo ciclo migratorio.
Nosotros siempre lo hemos dicho. Queremos que todos los vecinos de Barcelona se sientan igual de vecinos, con los mismos derechos y deberes, con la ciudadanía plena, independientemente de donde vengan y del tiempo que lleven viviendo en la ciudad. Nos enorgullece que Barcelona haya sido siempre una ciudad cosmopolita, abierta e integradora. Creemos en ese proyecto de una ciudad cohesionada.
No preguntan a los almerienses en Barcelona de donde vienen.
Exacto. Allí no preguntamos de donde es, todo el mundo que comparta un proyecto de ciudad democrática y justa es bienvenido, venga de donde venga. Y en Barcelona, evidentemente, hay muchísima gente que viene de los ciclos migratorios de las décadas anteriores y habrá gente de todo, gente de izquierdas, de derechas, gente independientista, gente que no lo es, … como pasa en todas las ciudades y en todos los lugares.
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