El calor, detrás de tres incendios de cableado eléctrico en tres días

Tres incidencias por cables eléctricos quemados en tres días. Es el saldo que han registrado los Bomberos  de la capital, que achacan a las altas temperaturas y al uso prolongado y elevado de aparatos de aire acondicionado estos sucesos en los que no siempre han tenido que intervenir. De momento, estos casos podrían estar dentro de lo considerado como “normal”, dicen desde el Cuerpo de Bomberos, que sí lo considerarían como incidencia reseñable, si estos sucesos se mantuvieran a lo largo de los próximos días.
A los problemas registrados a principios de semana en la parte más alta de la calle Altamira, se sumaba ayer otro incidente en una cafetería-pastelería de la calle Calzada de Castro, donde se quemaban los cables eléctricos del establecimiento.

Y en el día a día de una docena de familias del barrio de San Luis aún se notan las consecuencias de una subida de tensión que el 27 de julio “estropeó” los aparatos eléctricos de doce dúplex ubicados en la calle Cometa Halley.
A la espera de un informe sobre cada caso, fuentes de Sevillana Endesa aclaran que la red eléctrica de la capital está “más que preparada” para dar cobertura a los picos de consumo que, debido a las altas temperaturas, se estarían registrando en verano con muchos aparatos de aire encendidos durante muchas horas.
Además, este incremento en el consumo eléctrico queda “rebajado” con la ausencia de muchos almerienses de la capital que han salido de sus domicilios habituales por vacaciones. Por eso,  la empresa enmarcaría estos “problemas” en meros sucesos “puntuales” en el suministro de la red eléctrica. Además, no todos los transformadores, ni toda la red eléctrica es propiedad de Endesa. Hay también fallos en el suministro achacable a otras empresas o entidades privadas.
De cualquier modo, los inconvenientes de estar sin luz o de no recibir la fuerza necesaria para encender aparatos básicos para un domicilio particular o una empresa no dejan de ser importantes para quienes los sufren. Y si los apagones han causado pérdidas a empresas y hosteleros en la zona de Altamira, los vecinos del barrio de San Luis han tenido el problema contrario. Una inesperada subida de tensión les ha dejado sin televisión, sin aire, sin frigorífico y sin vitrocerámica.

"En lugar de frigorífico, dos neveras de playa"

A los apagones se suman otras incidencias como la que el 27 de julio sufrieron los vecinos de 12 dúplex en la calle Cometa Halley en el barrio de San Luis. Una subida de tensión acabó por estropear la mayoría de los aparatos electrónicos de las doce viviendas. Sus vecinos están todavía hoy sin aire acondicionado, sin televisión, sin vitrocerámica o sin frigorífico.
Endesa ha optado por reparar a través de una empresa subcontratada los problemas generados en la zona, de modo que las aseguradoras (que lo hacían más rápido pero más caro) han quedado fuera. Lo que no deja de ser “una experiencia piloto” para la entidad, está siendo una experiencia de “juzgado de guardia” para doce familias.
María del Carmen Mateo lleva dieciocho días sin frigorífico, lo que le obliga a hacer “virguerías” con dos neveras de playa y a “pasar” de los cartones de leche, los yogures o la fruta. “Lo primero que hacemos mi marido y yo cuando llegamos del trabajo a las tres, es comprar dos bolsas de hielo y la cantidad exacta de comida que vamos a gastar”, explica.
Se han quedado sin nietas por las tardes (a las que hasta ahora cuidaban) porque no pueden hacerles “ni una papilla de frutas”, relata. Eso sí, gracias al único técnico que aparece a diario por allí desde que ocurrió el suceso, tiene arreglados dos de los seis aparatos de aire acondicionado. “Por lo menos, se puede vivir”, dice comparándose con otros vecinos que, con frigo, “viven como pueden con este calor”.