Conciertos para una Feria: directos míticos y alguna decepción

De Víctor Manuel, Miguel Ríos y Bisbal a James Brown, Silvio Rodríguez y Extremoduro: crónica de actuaciones célebres en la semana grande y f

Páginas de LA VOZ con crónicas y previas de conciertos que se celebraron y otros que se quedaron en sonados fiascos.
Páginas de LA VOZ con crónicas y previas de conciertos que se celebraron y otros que se quedaron en sonados fiascos.
Marta Rodríguez
23:39 • 24 ago. 2015

En Almería existe cierta maldición con eso de los grandes conciertos. Al sonado caso de los ‘triunfitos’ en 2002, que tuvieron que cancelar su directo en la capital por el fuerte viento con David Bisbal en plena efervescencia y deseoso de actuar en su tierra, se suman otros no menos recordados como el de Shakira en 2011, suspendido por un problema en el montaje del escenario. 




La Feria no se libra de esta especie de leyenda negra musical. Ahí está el caso de Extremoduro, que en 2008 dejó a sus admiradores con las ganas, de nuevo por culpa del viento. Al menos esa fue la versión oficial. Dicho esto, sería injusto hablar solamente de los fiascos sin repasar actuaciones absolutamente memorables. He aquí una crónica de directos míticos celebrados en el marco de la semana grande y alguna que otra decepción.




Para el pianista Ramón García, una enciclopedia musical, los recuerdos de conciertos importantes en Feria se romontan a 1979. De esa fecha data un directo de Víctor Manuel al que sus padres no le dejaron ir (tenía 13 años). “Víctor acababa de sacar su disco ‘Soy un corazón tendido al sol’, con el tema ‘Solo pienso en ti’, y era la sensación de ese verano”, lamenta. 




Ese mes de agosto sería duro para el almeriense: tuvo que ver cómo Miguel Ríos también recalaba en su ciudad con la gira del disco ‘Los viejos rockeros nunca mueren’ con idéntica mala suerte. 




El que sí vibró en ese directo, celebrado en la Caseta Popular instalada en La Térmica, fue Antonio Jesús García ‘Che’, melómano y fotógrafo, aunque eso le costó una buena discusión con su madre. “Fue mi primer concierto realmente importante. Al decirle a mi madre que iba asistir, me advirtió de los inconvenientes a los que se podía enfrentar un niño al ir solo a esas horas por la calle. A lo que tan impertinente como siempre contesté: ‘No sé si te has dado cuenta de que no te he pedido permiso, simplemente te he informado’. Me gané una buena hostia, pero fui y conseguí mi primer autógrafo”, evoca. 




Tres años después, en el 82, Ramón García se quitaba la ‘espinita’ viendo al cantante granadino con ‘ Rock’n’Ríos’. “Recuerdo estar con varios amigos  como sardinas en lata en la Plaza Vieja, pero disfrutar de uno de los mejores conciertos de rock que he presenciado en mi vida”, dice.




Festivales andaluces
En los 80, en los Festivales andaluces que se celebraban en La Salle y en las Almadrabillas, el creador del proyecto ‘La Taberna del Piano’ pudo ver a Serrat (“en su mejor momento”), Sabina, Aute, Olga Manzano o Manuel Picón.




“Entre las grandes estrellas que han pasado por aquí en las semanas previas a la Feria, recuerdo con mucho cariño el concierto de Sting en 1993. Otra sorpresa fue Alan Parsons, un grande de los 70, en el 97”, asegura.


Según el periodista musical Javier M. Alcaraz, más reciente pero imprescindible por la gran cantidad de público que congregó (10.000 almas) destaca el primer concierto que ofreció Bisbal en su tierra tras su paso por televisión, en 2002. 


Fracasos
La memoria de Ramón García es tan brillante para los éxitos como para los fracasos. Sobre todo porque uno impidió traer a la Feria de Almería del 96 a una figura legendaria, James Brown, “por enfermedad”. Sin embargo, su mayor decepción ocurrió en la semana grande de 1984, fecha en la que estaba prevista la actuación de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. “Fue estando sentado allí cuando anunciaron por megafonía que Silvio no podría cantar esa noche. Sí que lo hizo Milanés, pero con una cantante cubana. Hasta la fecha, sigo sin haber podido disfrutar a Silvio en directo, aunque guardo aquella entrada”.


Un festival que, a ojos de Javier M. Alcaraz, murió por la desidia del público fue el Maldito Sol que “en 2009 reunió solo a 200 personas para ver a Nacho Vegas”.



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