Las tradicionales meriendas taurinas de Almería son únicas en el mundo

Un hecho ocurrido en el año 1669 provocó el inicio de la merienda y descanso en mitad del festejo taurino

Brigitte y Alan, en el centro de la imagen, junto al diputado nacional Juan José Matarí; y compatriotas franceses.
Brigitte y Alan, en el centro de la imagen, junto al diputado nacional Juan José Matarí; y compatriotas franceses.
Juan Antonio Barrios
01:00 • 28 ago. 2015

Una de las tradiciones más destacadas de la Feria de la Virgen del Mar es la tradicional merienda taurina, con parada de un cuarto de hora entre el tercer y cuarto toro de la lidia. Una tradición que ha marcado y exportado Almería a muchas plazas del mundo.   




Recordar que la Feria de la Patrona, en la antiguedad se celebraba en el mes de enero, y desde el año 1654 los festejos taurinos. En el 1669 ocurrió un hecho destacado  que ha llegado hasta hoy, la merienda taurina. 




En diciembre de 1.668 se estaba preparando las fiestas de toros de enero siguiente y llegó hasta los oídos del Cabildo Catedral, que el ayuntamiento iba a introducir una novedad, en medio del festejo iba a dar una merienda entre sus miembros e invitados. El Cabildo, para no ser menos, acuerda preparar la suya “por cuanto los señores prebendados avían de asistir a vista y no era cosa de que pasaran envidia o quedaran en ridículo”, datos que se recogen en el Archivo de la Catedral de la Encarnación, actas libro 13 F 44. A partir de entonces se gastan 50 ducados en cada fiesta, 25 en comprar el toro y 25 en la merienda. Al año siguiente fue el pueblo el que asumió como suyo ese hecho, siendo éste el comienzo de las clásicas meriendas, con pausa en la corrida entre el tercer y cuarto toro y que tanto extraña a los que por primera vez asisten a la Plaza de Toros de Almería.









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