Un varón muere en la playa de El Zapillo y eleva a once los ahogados este verano

M. P. S. de 47 años de edad y origen portugués es la última víctima de un ‘plaga’ de ahogamientos en la provincia de Almería. Once personas han fallecido en accidentes registrados en espacios costeros de la provincia o en balsas de riego durante el verano.

M. P. S. murió la noche del martes frente al Auditorio Maestro Padilla tras permanecer agarrado a una boya en busca de ayuda. La Policía Local de Almería emitió un aviso a los servicios sanitarios y a Salvamento Marítimo a las 21.30 horas ante la dificultad para llegar hasta el lugar.

La Salvamar Denébola se desplazó desde el Puerto de Almería hasta la playa de El Zapillo y rescató a M. P. S. inconsciente, aunque todavía en la superficie junto a la boya. Comenzaron entonces unas labores de reanimación durante más de media hora que, sin embargo, no pudieron evitar el fallecimiento del ciudadano portugués.
El varón de 47 años fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Almería para realizarle la autopsia. No ha trascendido si sufría alguna enfermedad que pudiera afectarle para regresar a la orilla.

Cronología

Su muerte es la octava de este verano en la provincia de Almería por ahogamientos o fallos cardiacos en el mar, según los datos facilitados por el Servicio de Emergencias 112 Andalucía, que gestiona las alertas.

La primera víctima data del  4 de julio en la cala de los Toros La Isleta y Rodalquilar (bajo el Mirador de la Amatista). Un bañista de 40 años murió esa mañana, mientras una mujer era rescatada in extremis en la Cala del Plomo y trasladada hasta el Hospital de Torrecárdenas. El mal estado del mar y la fuerza de las corrientes en el Levante habrían intervenido para crear remolinos y arrastrar a los nadadores.

Sólo dos días después, el 6 de julio, en la  playa Costa Tranquila de San Juan de los Terrenos, en el término municipal de Pulpí, un varón fallecido ahogado. Era la tercera víctima de la temporada.
En las semanas posteriores se registraron incidentes similares en Los Algarrobicos (Carboneras), la Cala del Plomo (Níjar), Mónsul y playa de El Bancal (Mojácar).

Los expertos apuntan a las corrientes marinas que azotan las calas levantinas, a problemas de salud y, en algunos casos, a imprudencias como principales causas de la oleada de fallecimientos registrados.

Balsas y trampas

Además, en el mismo periodo Salvamento Marítimo ha realizado una decena de rescates de urgencia por accidentes en Cabo de Gata (la institución pone en marcha cada año una campaña especial para pedir prudencia y preparación en las actividades náuticas de recreo).

Paralelamente se han producido también tres muertes en ahogamientos en balsas de riego, entre ellas dos niños. Estos puntos de abastecimiento son comunes en las fincas agrícolas y muy peligrosos. Carecen generalmente de puntos de agarre para subir una vez en el interior y están cubiertas de plástico por lo que son muy deslizantes con el agua. A menudo se convierten en auténticas trampas mortales y la hemeroteca muestra decenas de muertes en los últimos años.