Llamada para la esperanza personal

Desde el año 2000 el Teléfono de la Esperanza en Almería trabaja para contribuir en la mejora de la salud emocional de las personas, en especial las que están en situación de crisis. 70 voluntarios ayudan y orientan a quienes lo necesitan en momentos puntuales de su vida. Periodos como el verano o la Navidad son más críticos, “ya que aumenta la sensación de soledad”.

“El Teléfono de la Esperanza es un servicio de intervención en crisis que funciona las 24 horas del día de los 365 días del año con la atención telefónica (950 26 99 99)”, señala Eva Rosas, coordinara de Proyectos del Teléfono de la Esperanza.  “Personas que estén angustiadas, estén pasando una situación difícil o que se encuentren en un conflicto emocional pueden llamarnos. 

Orientador
Un orientador formado es el que les atiende, intentando que se desangustien y les hace ver las alternativas que tienen ante las situaciones que plantean”, explica.  

Siempre hay alguien detrás del teléfono, ya que se intenta cubrir las 24 horas en función de la disponibilidad de los voluntarios. En el caso de que no haya nadie o el teléfono comunique salta la llamada a otra provincia para que nadie se quede sin ser atendido.

El Teléfono de la Esperanza también ofrece atención con profesionales, que se lleva a cabo en la sede de esta ONG de voluntariado (calle Francia, nº131). “Este servicio se desarrolla con psicólogos, orientadores familiares y expertos jurídicos, siempre de forma anónima y gratuita para aquellas personas que lo necesiten”, especifica. 

Calidad
Pero la labor del Teléfono de la Esperanza en la provincia no acaba aquí, ya que también presta un servicio de promoción de la calidad de vida emocional. “Quizás es por lo que menos se nos conoce, pero es lo que más impacto tiene”, reconoce Rosas. Aquí se incluyen la organización de talleres y cursos, centrados en temas como la autoestima, la comunicación, el crecimiento personal, la relajación, la separación afectiva o la elaboración del duelo.

“Se trata de actividades específicas ante situaciones particulares que la gente esté pasando. Para ello, se hacen grupo heterogéneos, de entre 8 a 12 personas, donde una vez a la semana se trabaja con un coordinador del centro para ayudar a la persona a encontrar recursos nuevos ante situaciones que le estén bloqueando”, explica la coordinadora de proyectos.

Unos cursos que en ocasiones son demandados por los centros escolares para abordar en ellos temas relacionados con la autoestima o el pensamiento positivo. Rosas no se olvida de citar otras actividades que se llevan a cabo en el Teléfono de la Esperanza, como son yoga integral, quiromasaje, pilates y reflexión podal.
La responsable de esta ONG, que ya está presente en una treintena de provincias españolas, ha remarcado que la atención que se presta se lleva a cabo en situaciones de crisis. 

Terapias
“No se hacen terapias a largo plazo para no hacer competencia desleal a otros profesionales”, señala. Sin poder ofrecer datos del número de personas atendidas, lo que sí especifican desde el Teléfono de la Esperanza es que año a año van creciendo. “Lo que más va aumentando exponencialmente es la atención personal a través de los cursos y los talleres organizados”, comenta.

Las consultas por soledad y conflictos con la pareja o los hijos aumentan en verano, según confirman desde el Teléfono de la Esperanza. Detrás de esta ONG hay 70 voluntarios, en su mayoría mujeres, de unos 50 años y del ámbito de la sanidad y la educación, prejubilados o funcionarios.